Tal y como viene siendo tradicional, la prensa talaverana abandonó por unas horas el cuaderno, el boli, cámaras, grabadoras y demás material para disfrutar de un aperitivo ante la inminente llegada de la época navideña. Ocasión para departir relajadamente y analizar, fuera de los focos y la atención, el panorama mediático, máxime a pocos días de unas elecciones generales. Buen momento también para reunirse con todos aquellos a los que las circunstancias impiden ver más a menudo. Una tarde que pasó volando, como todas las cosas buenas. Pero esto es solo un punto y aparte, ya que el patrón, San Francisco de Sales, espera para volver a reunirles en torno al día 24 de enero.