Salud

Un par de ojos para toda la vida, ¡cuídalos!

María García | Miércoles 23 de abril de 2014
El verano es una estación que destaca por la incidencia de las radiaciones solares en nuestros cuerpos. Pero estos rayos no sólo afectan a la piel, sino que los ojos también pueden sufrir las consecuencias de una incorrecta protección. Más allá de la influencia del sol, esta época estival trae consigo un aumento de los enemigos de nuestra visión, convirtiéndose en una de las partes más vulnerables del cuerpo. Durante estos meses debemos mantener una precaución especial ante diversos factores como son el cloro de las piscinas, la arena y la sal del mar, la sequedad o el aumento de las temperaturas.

Tomar demasiado el sol puede producir daños en el sistema inmunológico, ya que los rayos UVA pueden modificar la actividad y distribución de las células responsables de las respuestas inmunitarias. Al contrario que las células de la piel, las de los ojos no tienen la habilidad de regenerarse.

El dato resulta alarmante ya que según informaba la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta un 20 por ciento de los casos de ceguera se relacionan con una continuada exposición. Esta organización calcula que del total de personas del mundo que sufren cataratas, 20 millones, un veinte por ciento de los casos se relacionan con una frecuente toma de radiaciones solares.

Es importante concienciarnos de que las enfermedades oculares pueden prevenirse usando unas gafas adecuadas. Entre dichas afecciones se encuentra la queratitis, una inflamación que afecta a la córnea, produciendo heridas microscópicas, las cuales provocan una sensación de cuerpo extraño causado por una exposición intensa y prolongada, o por un ambiente demasiado seco.

Para conocer y tomar nota de las recomendaciones que realizan los expertos, hablamos con Sonia Moreno, óptico de Multiópticas quien apuntó a la necesidad de usar unas gafas de sol homologadas que cumplan con las normas de calidad para realizar una correcta protección ocular. En todo caso, debemos descartar las “gafas malas” ya que no sólo no protegen, sino que causan una mayor exposición solar ocular al favorecer la dilatación de la pupila.

Asimismo, Moreno recalcó que son los usuarios de lentes de contacto aquellos que más abusos cometen en época estival, porque se introducen con las lentillas en la piscina, en el mar o río, siendo estas aguas irritables para los ojos, así como posibles vehículos de transmisión de infecciones oculares, como la ya mencionada queratitis. Además, en vacaciones la gente pasa más horas con las lentillas puestas, abusando de su uso hasta llegar a las 16 o 18 horas seguidas.

Por otro lado, debemos tener también un cuidado especial con la arena que entra en los ojos y no frotarnos, ya que los granos pueden arañar el globo ocular, creando graves lesiones.

SINDROME DEL OJO SECO. Factores como el aire acondicionado o la contaminación pueden influir en la aparición del síndrome del ojo seco (SOS), según aseguraba Margarita Calonge, catedrática de Oftalmología de la Universidad de Valladolid, tratándose de un trastorno ocular que afecta a un 11 por ciento de la población española y que causa malestar, problemas visuales e inestabilidad en el lagrimal, afectando a la superficie ocular. Esta alteración ocular dificulta en ocasiones la realización de actividades cotidianas ya que produce irritación, sequedad, sensibilidad ante la luz o la sensación de arenilla en el ojo, entre otros. Asimismo, pasar muchas horas delante de la pantalla del ordenador puede causar malestar en nuestra visión provocando fatiga visual. Como consejo ante este hecho es conveniente situarse a una distancia adecuada y tomar breves descansos de forma periódica.

PREVENCIÓN INFANTIL. Son varias las razones por las que es necesario tomar precauciones con la visión de los niños, ya que éstos resultan más vulnerables que los ojos adultos. Antes del primer año de vida, el cristalino que ejerce de filtro deja pasar a la retina el 90 por ciento de la radiación UVA y el 50 por ciento de la UVB. Asimismo, en edades tempranas la pupila permanece más dilatada y la pigmentación del ojo, que actúa como barrera protectora, se va oscureciendo con el paso del tiempo, según My vision community.

Tener en cuenta además que el uso de gafas de sol 'de juguete' no bloquea las radiaciones ultravioleta. En palabras del presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, Juan Carlos Martínez Moral, se crea una “falsa sensación" de seguridad en nuestros pequeños.

Prevenir y proteger durante la infancia, ya sea con gafas homologas, gorras o sombreros, de las radiaciones solares puede evitar que en la edad adulta se padezcan ciertas patologías como las cataratas.

LENTES CON COLOR. El hecho de que una lente posea un color oscuro no significa que tenga protección más alta. Todo lo contrario, es recomendable que éstas sean de colores ni muy oscuros ni demasiado claros, preferentemente marrones, grises o verdes; ya que los oscuros hacen que las pupilas aumenten de tamaño, permitiendo un mayor pase de luz y radiación en el ojo.

ALIMENTACIÓN. Iniciar una alimentación rica en carotenos, como las zanahorias, y vitaminas A, E y C; ya que resultan todos beneficiosos para la salud visual, lo que ayudará a llegar al final del verano sin haber sufrido graves problemas con nuestra visión.