Jesús Galván ha informado de que los tres pacientes han tenido una evolución favorable y están ya curados. Hay una persona más afectada que permanece ingresada en el Hospital Virgen de la Salud
Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
El viceconsejero de Sanidad y Asuntos Sociales, Jesús Galván, aseguró el pasado miércoles en Toledo que “los técnicos de Salud Pública llevan a cabo sistemáticamente una labor de vigilancia excelente de todas las instalaciones públicas de aire acondicionado en toda la Región”. Galván realizó estas manifestaciones en una comparecencia en la que ha informado sobre los tres casos de legionela detectados a principios de este mes en Toledo.
En este sentido, Galván indicó que los tres pacientes afectados tuvieron una evolución favorable y están ya en sus domicilios “curados”. Existe una cuarta persona afectada que permanece ingresada en el Hospital Virgen de la Salud, de Toledo. Respecto a las instalaciones que podrían haber originado el foco, Galván indicó que “están en este momento controladas y no generan riesgo para la salud”.
El viceconsejero recordó que la consejería informó de estos casos y que continúan en investigación epidemiológica en Toledo. Además, aseguró que “esta enfermedad es propia de países desarrollados y de declaración obligatoria. En Castilla-La Mancha tiene una incidencia muy baja (0,8 casos por cada 100.000 habitantes), muy por debajo de la media nacional (2,4 por 100.000 habitantes)”.
Según explicó Galván, “esta baja incidencia tiene que ver, entre otras, con el mantenimiento adecuado de las instalaciones y con la inspección continua de los servicios de Salud Pública”.
La investigación, afirmó Galván, “tiene la finalidad de confirmar si estos casos tienen o no un foco común, lo que parece que pueda ser la hipótesis más probable”. Por ello, la consejería está inspeccionando y revisando diferentes establecimientos en busca de torres de refrigeración, depósitos y microaspersores relacionados con la biografía de los afectados en los diez días previos a la aparición de los síntomas. En estas visitas se está comprobando que dichos establecimientos, cumpliendo con los requisitos legales, están siendo revisadas por las empresas responsables de su mantenimiento con cierta periodicidad.
Como ya informó la consejería, el origen del contagio se sitúa a mediados del mes de julio aunque los síntomas de los pacientes hayan aparecido más tarde coincidiendo con plena ola de calor, cuando las temperaturas alcanzaron los 40 grados. Es probable que la Legionella pneumophila, una bacteria que no se contagia de persona a persona sino que coloniza torres de refrigeración u otros mecanismos que contengan agua a temperaturas templadas lo que favorece su multiplicación, con el calor del verano se encontrara con las condiciones óptimas para proliferar.
Los equipos técnicos que están trabajando en ello sólo darán por finalizado el brote cuando hayan pasado 15 días sin casos nuevos iniciados desde la desinfección de las instalaciones susceptibles, pues no se puede descartar al completo la posibilidad de que pueda ser notificado algún caso más que haya permanecido oculto hasta el momento, aunque la Consejería de Sanidad confía en que no aparezcan nuevas infecciones.
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