Una jugada en los compases finales del primer tiempo. (Foto: J.F.)
El Torpedo obtuvo tres puntos merecidos en un choque muy disputado, pero con poco juego limpio por parte de los rivales. Gran susto en la grada y el campo tras el desmayo de Yony, quien afortunadamente se reestableció pronto.
Javier Fernández | Miércoles 23 de abril de 2014
Tres puntos más para el Torpedo después de dos jornadas consecutivas sin saborear la victoria. Eso sí, el Illescas B no se lo puso nada fácil y demostró en el terreno de juego que es un rival correoso y duro de pelar. Las dos primeras opciones fueron para los visitantes, en sendos rebotes de los locales, aunque ningún fructificó en gol. Poco después, fue Gerar el que adelantó al Torpedo con un tanto en el minuto 9 que les daba tranquilidad en el resto de mitad. Pirri intentó el empaté poco después pero se topó con el poste. A partir de aquí el juego se igualó en pocas oportunidades, poca creatividad y poco entusiasmo en las jugadas. Javi no titubeó en un saque de esquina a diez minutos del final y estrelló el balón contra la red ante un portero que ni se inmutó. Antes del pitido del descanso, Pirri volvió a crear peligro con un saque de esquina, aunque estaba vez César estuvo muy atento.
En la segunda parte Peli lo intentó desde el principio con buenas carreras por la banda aunque no encontraba a nadie para centrar el esférico. Él mismo intentó sorprender a Fer de cabeza pero se precipitó. Teto realizó un magnífico tiro a puerta en un saque de falta, pero Tomás estuvo muy atento y despejó con certeza de cabeza. La polémica del partido se vivió en torno al minuto 75 del choque cuando Paco cayó al suelo, supuestamente, tras recibir un codazo de Cristian. Después de mucho debate de todos los jugadores junto al colegiado, Cristian fue expulsado por roja directa en una decisión injusta si tenemos en cuenta las merecidas tarjetas que perdonó al contrincante. La grada abucheó a Ruiz Mora tras la expulsión, ya que fue evidente que el de Illescas se tiró al suelo cuando el capitán del Torpedo ya estaba lejos de él.
Una de arena y pronto una de cal, ya que Sergi devolvía la ilusión a su equipo al marcar con un lanzamiento de falta ante el que nada pudo hacer Fer ni los otros defensas. Mucha angustia también la que se vivió en el Municipal de Cebolla cuando Yony cayó desplomado al suelo tras chocar con Paco mostrando claros síntomas de inconsciencia. Un escalofrío recorrió el cuerpo de toda la grada ante la imagen, aunque segundos después reaccionaba a las reclamaciones de sus compañeros. Pasados unos minutos, el jugador ya estaba recuperado, aunque con ligeros mareos.
Chule quiso sorprender antes del final con un tiro flojo de cabeza, al igual que su compañero Garci. El pitido del árbitro hizo a los locales dirigirse al vestuario con la satisfacción de haber hecho los deberes, pero no de haber obtenido justicia en el campo.
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