Profesionales sanitarios de Urología junto al responsable del servicio en el Gregorio Marañón. (Foto: LVDT)
David Martínez | Miércoles 23 de abril de 2014
El Hospital General Nuestra Señora del Prado ha incorporado la cirugía por vía laparoscópica a la cartera de servicios de Urología para que sea utilizada en técnicas que se aplican inicialmente a la patología quirúrgica renal y del tracto urinario superior. Así, se llevaron a cabo en el centro hospitalario las dos primeras intervenciones con este sistema, en ambos casos sobre tumores renales. En el primer caso se extirpó un tumor del riñón y en el segundo se realizó una nefroureterectomía o extirpación del riñón. Para ello se contó con la colaboración del doctor Carlos Hernández, jefe de servicio de Urología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, que dirigió las cirugías asistidos por especialistas talaveranos.
La laparoscopia es la alternativa mínimamente invasiva a la cirugía convencional. Con una pequeña cámara, el laparoscopio, se transmite la imagen de los órganos internos a un monitor de televisión. A través de éste, el cirujano puede guiarse para realizar los diferentes procedimientos quirúrgicos, ya que el laparoscopio amplía la imagen varias veces respecto del tamaño real permitiendo así una mejor visión de los órganos abdominales. Sólo se requieren 3 ó 4 pequeñas incisiones (de 0,5 a 1 centímetro) por las que se introducen los instrumentos con los que se opera, mientras que en la cirugía abierta esta herida es de entre 15 a 20 centímetros. Los pacientes intervenidos por esta nueva vía tienen los mismos beneficios terapéuticos que en la cirugía abierta convencional pero con una notable reducción del dolor postoperatorio, menos días de estancia en el hospital, una recuperación más rápida, mejor resultado estético y un retorno más temprano a la actividad.
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