Un empleado de Aqualia revisa el resultado de los tratamientos de la planta. (Foto: J.F.)
Han estado semanas abasteciéndose con agua mineral, ya que en sus hogares salía con grandes cantidades de hierro y manganeso.
Javier Fernández | Miércoles 23 de abril de 2014
Los vecinos de la localidad de Sotillo de las Palomas ya consumen el agua que sale por los grifos de sus hogares con total normalidad, después de varias semanas en que el líquido elemento mostrara un color altamente amarillento debido al arrastre de hierro, manganeso y otros sedimentos presentes en las tuberías. Uno de los concejales del Gobierno de Sotillo, Jesús Sánchez Pato, trasladó a La Voz del Tajo que “este año la gente se ha puesto más alborotada que otros años” debido a la llegada de las fiestas patronales, pero “aunque nos aseguraban que el agua era bebible, ni yo mismo lo hice”. Los problemas no han aparecido tanto al beber el agua, ya que “aquí no hay costumbre de beber del grifo”, indicó, sino al lavar la ropa o utilizar el agua para otro fin, como ducharse. Todo este tiempo los usuarios han estado consumiendo agua mineral.
Desde el primer momento, el alcalde, Jesús Alonso, se puso en contacto con la empresa que gestiona el servicio, Aqualia, para que subsanara las deficiencias cuanto antes. Luis Guerrero, responsable de Aqualia, comentó a La Voz del Tajo que los sedimentos se acumulan en las tuberías por un tratamiento deficitario, añadiendo que “en la época estival existe un exceso de consumo debido al incremento poblacional”. En esta línea, Guerrero aseguró que este año se ha concluido de renovar el 50% de la red de abastecimiento y ya se está proyectando la restante, así como se ha instalado un grupo de presión para que aumente y así “no se produzcan succiones”.
Además, Aqualia ha realizado un tratamiento exhaustivo en la planta depuradora a la que llega el agua del pantano, que forma parte del río Guadyerbas, con dosis de cloro, sosa, policloruro de alumnio, almidón y permanganato potásico, todos ellos elementos para eliminar el hierro y el manganeso de las tuberías. Guerrero dijo que este problema es la tónica unos quince días todos los veranos, aunque defendió que “el agua es perfecta, prácticamente proviene de la lluvia”.
El responsable de Aqualia añadió que la “planta está obsoleta en muchos aspectos”. Se está trabajando actualmente para que el agua llegue hasta esta localidad desde Picadas, lo que supone “menos riesgo de tratamiento”.
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