OPINIÓN

El PCE, Pe Cruz, Bardem y Carrillo

Felipe Medina

Irene González Moreno | Miércoles 23 de abril de 2014
Hace escasas fechas el ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo, declaraba en un medio de comunicación: "El PCE está en vías de desaparición total".

No deja de ser triste y vergonzoso que un comunista revolucionario que ha estado al frente de una formación política en cuya lucha algunos camaradas bajo sus órdenes, han sufrido exilio, cárcel y hasta hayan sido ejecutados, reniegue al final de sus días de dicho partido, desde su cómoda y privilegiada instalación en el orden burgués. Aunque sólo fuera por ética y estética no debiera haberse desmarcado con la acritud que lo ha hecho de esas siglas. Es patético que ahora se ponga a pontificar con aires de suficiencia. Y desde luego, es repugnante. Es escalofriante pensar que Santiago Carrillo compartía presidencia y comité con quien declaró: “más vale morir de píe que morir arrodillados”. No obstante, no hay que olvidar que, en la transición, este señor no luchó contra el capitalismo, sino que pactó con él. Además, Carrillo, desde que se incorporó a la monarquía parlamentaría, ha abandonando los principios de la lucha republicana.

Pero no, ni mucho menos es Santiago Carrillo el único traidor del PCE. Desde su legalización, un interminable rosario de traiciones, han sido la constante del partido comunista. Recordemos, por poner algunos ejemplos: Víctor Manuel, Ana Belén, Tamames… De seguro no tendría espacio en este rincón para relacionar los traidores al PCE en las últimas décadas. Todos, ‘progres’ de pacotilla y sin escrúpulos, utilizaron el partido de manera descarada para relanzarse políticamente, pasar a las filas del PSOE o utilizar la plataforma para, en muchos casos, afianzarse en distintos gremios profesionales; la tropa de los de la ceja, son un excelente ejemplo.

Por cierto, y hablando de comunistas, me hago eco del nacimiento del primer hijo de Penélope Cruz y Javier Bardem, que por lo visto, ha suscitado algunas criticas no por el alumbramiento en sí, sino por la forma en que sus padres han decido que se produzca.

El niño ha nacido en el hospital Cedars-Sinaí de Los Ángeles, uno de los más caros del mundo, y se calcula que la factura no ha bajado de los cien mil euros.

Leo al escritor y columnista de La Razón, Alfonso Ussía, y le sorprende que teniendo los actores una ideología tan de izquierdas, no se haya producido el parto en Cuba. Pero claro, probablemente en Cuba, Pe tendría que haber compartido habitación con alguna camarada cubana y, ¡coño!, hasta ahí podríamos llegar.

Tiene que ser muy punzante la militancia comunista para terminar dando a luz en el hospital más caro y exclusivo del imperio capitalista. Eso si, cada cual que se ponga a parir donde y como le venga en gana, faltaría más. Pero, tal como comenta Ussía, en su artículo, a mí también me sorprende que unos afianzados progres de tal calibre y de tan rancia tradición, obren radicalmente en contra de los dogmas que han vociferado y que, en alguna medida, han sabido aprovechar.

Y es que, ya se sabe, el dinero no es compatible con la dignidad, al igual que la fama o el poder, que hacen olvidar a muchos de donde proceden y cuantas veces, puño en alto, entonaban: “arriba lo pobres del mundo…”.

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