Javier Fernández
Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
Dicen que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio, pero es demasiado difícil morderse la lengua ante espectáculos tan bochornosos y a los que se les dan tanta difusión y, máxime, cuando encima ese tipo de comportamientos son reincidentes.
Sabrán ustedes, queridos lectores, que los autores de toda esta polémica son nuestros 'queridos' convecinos gabachos, esos que ni siquiera en Eurovisión saben mostrar el cariño transfronterizo, ya que han dado vida a sus guiñoles de Canal + gracias al carisma de nuestros deportistas más laureados, queridos e idolatrados en tierra patria: Alberto Contador, Rafael Nadal, Pau Gasol o Iker Casillas, entre otros. Qué fácil es hacer leña del árbol caído, marionetas guionizadas, aunque la culpa no es de los 'muñecos caricaturizados' sino de esos cerebros que perpetran cada noche en sus mejores sueños como azuzar el fuego. Pero no vamos a faltarnos el respeto, no vamos a entrar en esa lucha, la mejor medicina contra esta serie de improperios será ver a Nadal levantando la sexta, sí he dicho sexta, Copa de los Mosqueteros en la Philippe Chatrier o a Contador enfundándose el maillot amarillo en la ronda que concluye en los Campos Elíseos. Y no digo nada de ese Casillas campeón del mundo y de Europa y de ese Gasol que ha llenado tanto titulares como el propio Kobe Bryan. Muy claro lo decía un titular de la prensa deportiva hoy: ¿Como se dice campeón en francés? Español. Y yo, como ha hecho el entrenador de la Copa Davis, Alex Corretja, invito a esos 'peleles' a venirse a nuestro país y ver a los deportistas hispanos dejarse la piel en cada entrenamiento, por que las medallas, aunque os pese, no llegan por que sí. Lo único que van a conseguir nuestros amigos europeos es que no nos olvidemos nunca de los famosos camiones de fresas que nos volcaban. Gracias a que la memoria es selectiva y tiene cosas más importantes que hacer, como ver ondear la bandera de España en lo más alto de un podio. Y una cosa 'franchutes', el día que nuestro himno tenga letra la acabaréis tarareando, como a casi todos los mortales nos ha pasado con el 'Ai se eu te pego'.
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