OPINIÓN

Contador

Moisés de las Heras

Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
Es como si estuviera en España. Uno se deja la piel, se convierte en modelo de masas, rabia de tontos y te destruyen, y todo porque un comité de funcionarios mediocres supone que con tan sólo 0,0000050 gramos de clembuterol se sube el alpe d`huez.

Si comiendo filetes se ganara el tour, les aseguro yo que otro Alberto, el director de este semanario y un servidor, lo subíamos y sin ruedines. Que un tribunal absurdo imponga la pena máxima sin pruebas a alguien que ha consagrado su vida a la honestidad, la disciplina y los valores morales es para procesarle, no ya por negligencia, dolo o mala hostia, que la tienen y cronometrada, sino por crímenes de lesa humanidad. Porque son crímenes contra la dignidad humana ignorar, desmerecer, minimizar o minusvalorar el esfuerzo e intentar destruirlo.

Cualquier médico sabe que ingerir clembuterol en un filete es un accidente común, y que un 0,000050 no te chuta para llegar a los Campos Eliseos. Pero hay quien gusta de coger reglecita, leyecita y mirar la puñetita de articulitos, metidito en la mierdecita de su pequeña mediocridad sin imaginación, sin alma, sin capacidad para la grandeza, y expoliar tours, giros, la vida entera con efectos retroactivos.

Es como si estuvieras en España, Alberto. Uno se deja los cuernos y saltan las envidias. Uno suda y se le ignora. Uno se deja ojos, codos, vocación, ánimo y no hay recompensa. Uno triunfa y te joden. Buscan peros o 0,0000050 de nada para crucificarte, por envidia. Creíamos que este envidiar era cosa española, pero resulta que también cagan fuera.

Ojala el TAS se encuentre mañana con un buen ere, o un escándalo tipo SGAE que los deje a todos en la calle. No se cometería ninguna injusticia con ellos.

Relativizar la grandeza… eso es la mediocridad. Sólo los mediocres predican que todo es relativo. Sólo los mediocres pasan de largo, displicentes, existenciales, abúlicos, ante el mérito ajeno.