Encuentran a un bebé muerto en una vivienda incendiada en Torrijos

La Guardia Civil de Torrijos sigue investigando la muerte de un bebé de dos meses y medio que fue encontrado muerto en una vivienda de la localidad después de haberse incendiado. El padre de también fue hallado sin vida en el patio interior tras haberse arrojado por el balcón mientras que la madre está ingresada en la UVI con heridas graves en su cabeza. La Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha informó que el progenitor, cuyas iniciales son E.A.E., de nacionalidad marroquí, fue detenido el pasado 15 de mayo después de que intentara llevarse a una menor que estaba con su abuelo en un parque del municipio.

Los sucesos tuvieron lugar el pasado martes, 26 de junio, cuando la Benemérita y la Policía Local de Torrijos acudieron a una vivienda siguiendo el aviso que se estaba produciendo una fuerte discusión en la misma. Cuando se personaron comprobaron que se había producido también un incendio en uno de los pisos. Fue al introducirse en esa casa en llamas cuando encontraron el cadáver del bebé, sin aparentes signos de violencia, y a la mujer con heridas en la cabeza. Esta última fue trasladada al Hospital Virgen de la Salud de Toledo. El incendio fue sofocado por los bomberos de Santa Olalla.

Según ha trascendido por una compatriota de la familia, el individuo estaba en tratamiento psiquiátrico y estaba obsesionado con perder a su hija desde que conoció el caso de los 'bebés robados' en varios hospitales españoles. El fallecido, de 42 años, llevaba viviendo con su mujer e hija un mes y medio en Torrijos. El matrimonio regresó a España desde Marruecos el pasado mes de mayo cuando a ella, de 32 años, le sorprendió un parto prematuro en Cádiz, por lo que madre e hija permanecieron un tiempo en un centro hospitalario mientras él se marchó a Torrijos. Esta situación “trastornó” a E.A.E. Y se obsesionó con perder a su hija tras conocer “las informaciones de las monjas que estaban robando niñas”.

Pese a ello, la que ha ejercido como intérprete de la familia aseguró que el muerto era “una persona buenísima, muy educado”, aunque “no estaba bien de la cabeza”. Ésta llegó a acompañar a este hombre al médico de Torrijos y “le vio bien y le prescribió un tratamiento normalito”. Bahija Moumen, nombre de esta compatriota marroquí, lamentó “la tragedia que ha sucedido”.