OPINIÓN

De la ceja al felpudo

Víctor Borreguero

David Martínez | Miércoles 23 de abril de 2014
Tengo una amiga que coloca en sobrecitos el dinero del mes, parece una repartidora de correo.

Lo distribuye en sobres de colores: para comida, para gasolina, para ropa, para cine, para imprevistos, para la corbata del día del Padre, para… Ahora, un sobre nuevo: “Para multas por exceso de velocidad”. “En ese sobrecito verde tienes que meter lo que ahorremos en gasolina”, le dice su marido, pobre marido, no para de trabajar, él qué sabe, pobre loco… Y así.

La medida ha llegado en el momento más apropiado, en eso ¡chapeau!: el lunes de carnaval. Si para los Inocentes se hizo el montaje de los controladores aéreos, ahora, para Carnaval, la gran parida del todo a 110. Es la noticia del día, de la semana, del mes, que se joda Gadafi, el Hitler del siglo XXI, que se jodan las listas de parados, que se silencie de una vez la puta crisis que nunca ha existido y que se reinventan cada día los del PP. En España, lo que cuenta es el cachondeo de este carnaval de ceja y felpudo.

Entre 111 y 141 km/h, la multa ascenderá a 100 euros; entre 141 y 160, a 300. Mi última multa, la del mes pasado, fue de 100 euros, la próxima será de trescientos, si solo tengo una por mes, sobreviviré. Ya se han programado los radares. Incluso el de las próximas elecciones municipales y autonómicas. La pantallita dice que el PSOE caerá en todas partes, que hasta en Santiago de Compostela ganará el PP por mayoría absoluta, que los socialistas pagarán el peaje del desconcierto y la frustración. La cortina de humo del todo a 110 es una medida que, en teoría, permitirá ahorrar 1.400 millones de euros al año, que el presidente del Gobierno espera que dure poco, de momento cuatro meses, y que el PP ha prometido retirarla tras las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo.

Viene ahora lo del felpudo, el nuevo logo socialista, la nueva máscara. Los creativos van a sustituir la ceja por el felpudo. ¡Quién lo iba a decir! Bienvenidos a la España “en donde queremos que la gente tenga la sensación de que llega a nuestra casa”; son como el Ikea.

Pronto saldrán los paparazis a predicar lo del felpudo. Rubalcaba ha encargado a su negro “Los fundamentos éticos de una sociedad libre”.