OPINIÓN

Con ‘O’ de ‘orrible’

Javier Rivas

Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
En el telegrama que cada día en el programa hora-14 de la Ser, dedica Miguel Ángel Aguilar a algún personaje de actualidad, escuché el viernes pasado que se lo dedicaba a unos versos que alguien le había dedicado a la Sra. De Cospedal en Talavera, haciendo uso de cada una de las letras de su nombre para dedicarle un elogioso poema.

Cuenta Aguilar, y uso su nombre y su alocución, pues no tengo mejor referencia, y la de este gran periodista me parece más que suficiente, que a la hora de llegar a la letra “o” o la insigne poeta, que tampoco se muy bien quien fue, la llamó “onrada y onesta” así, como lo pueden ver.

Supongo que la omisión de la H, letra aún reconocida y de obligado uso en nuestro idioma, en las palabras que así lo requieren, sería para hacer posible la utilización, no tanto de la letra como del sonido, en los floridos y sin duda emocionantes versos, a la luz de las lágrimas del a homenajeada, que la dedicaron en la entrega de los premios Melibea.

Y claro, con un nombre de premio tan literario, cómo no dedicar versos a las premiadas. “ Y en esto veo, Melibea, la grandeza de Dios…” debieron pensar los halagadores y los presentes, pues solo la presencia divina “deus ex machina” de la Sra. Cospedal, basta para solucionar todos los problemas habidos y por haber en la región y en el mundo mundial, y sirve además, de bálsamo ortográfico que todo lo hace posible, Incluso utilizar la letra O, como inicial de “onesta y onrada “.

Y sin duda es muy triste que no encontraran palabras que realmente empezaran por O, y que resultasen lisonjeras para la homenajeada. Y es que la culpa es de la dichosa letra O, que es más propicia a palabras como “opulenta”, “ominosa” ,“ostentosa” ,“ofensiva” “ociosa”, “oprobiosa” y un largo etc. Todos epítetos que no sería de recibo dedicar a quien se pretende honrar.

Así que lo mejor es olvidarnos de la jodida H y adaptar la ortografía a nuestra voluntad, todo con el noble fin de halagar los oídos y las lágrimas de tan insigne señora. Para una vez que se nombra a nuestra ciudad en un programa de radio nacional, vamos y la cagamos. “Vaya tropa” ¿así queremos recuperar muy pronto España , que diría otro egregio bardo en el mismo acto?