Ramos denuncia el ‘sectarismo’ de la Diputación y la Junta con las localidades del PP de la comarca

El portavoz del PP en la Diputación, Jaime Ramos, denunció que los presidentes de la Junta y la institución provincial, José María Barreda y José Manuel Tofiño, manejan “a su antojo” las administraciones “como si fueran su cortijo”. En esta línea, aludió al “sectarismo” al que considera que están siendo sometidos y pidió al presidente regional que no suprima las ayudas del FORCOL porque “supondrá la ruina de muchos consistorios”. El portavoz dijo que los Ayuntamientos están “asfixiados” económicamente. Antes de concluir, Ramos se dirigió al portavoz de la Diputación, José Gutiérrez, para criticar el que en su pueblo, Alcolea de Tajo, se hayan invertido 1.055 euros por habitante, “mil euros más por persona que en el resto de municipios”.


En otro orden, el alcalde de Los Navalucillos, José Ángel Pérez, justificó la partida de 350.000 euros que la Diputación le acusa de no explicar. Desgranó que 56.000 euros son de los planes provinciales de las tres pedanías que tiene Robledo del Buey, Alares y Valdeazores; 257.000 de sus planes provinciales, cuyas obras no están en marcha porque “Tofiño se ha encargado de dejar a un lado a los Ayuntamientos del PP y pasar a primera líea a los del PSOE a la hora de redactar los proyectos”; y 32.000 para el arreglo de caminos que se adjudicó a Tragsa, aunque “también han empezado por los pueblos gobernados por alcaldes socialistas”.

Finalmente, el alcalde de Alcaudete, José Antonio Farelo, explicó que, a través del programa Dipucamina, la persona que se envió para ofrecer los cursos de informática desconocía el funcionamiento de un ordenador y fue el personal municipal quien enseñó a las alumnas participantes. Este tipo de monitores, no formados según Farelo, “son agentes electorales del PSOE”. El regidor de Alcaudete aseguró que “trabaja por y para mi pueblo, para que los ciudadanos prosperen y mejoren su calidad de vida”. Para terminar, dijo que no saben donde se hará un hueco político Gutiérrez “a la desesperada”.