Destacado | PROCESIÓN ENCUENTRO
En la Plaza del Pan se vivió la apoteosis de esta Semana Santa con la inclinación de Nuestra Señora de los Dolores a Cristo Resucitado. El encuentro fue celebrado con una novedosa
Javier Fernández | Miércoles 23 de abril de 2014
Broche final para la Semana Santa talaverana con la procesión del Encuentro de Jesús Resucitado con su Santísima Madre. Como viene siendo tradicional fueron decenas de fieles los que quisieron presenciar la salida del Resucitado del huerto del Convento de las Madres Benitas, un momento que celebraron con un caluroso aplauso. Antes de que llegaran los primeros cofrades de la Cofradía de Jesús Resucitado a La Colegial, fue la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores la que desfiló desde el conocido templo, saliendo por su lateral para afrontar el recorrido por la Plaza Arzobispo Tenorio, calle Gabriel Alonso Herrera y calle Toro Encohetado, un itinerario tras el que siguió el Resucitado hasta llegar nuevamente a la Plaza del Pan.
Una vez allí, La Dolorosa procesionó por el lado izquierdo y el Resucitado por el derecho para luego encontrarse frente a la fachada principal de La Colegial. El momento más ansiado por los más de trescientos fieles presentes se vivió con la reverencia de la Virgen ante el resucitado, estando los cofrades de una y otra advocación a escasos centímetros. El repicar de las campanas de la Colegial, el sonido de esquilillas y la lluvia de confeti, con los colores talaveranos, se sumaron al interminable aplauso de los devotos presentes.
Una grabación, con varias voces, pronunció el momento que se estaba viviendo en la céntrica plaza: “resucitó como había dicho”, “ha resucitado según su palabra” o “porque resucitó verdaderamente el Señor”, fueron algunas de las frases que pudieron escucharse. La principal novedad este año tuvo lugar con la suma de unos cincuenta tambores a los ya existentes en la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y la consiguiente tamborrada que hicieron sonar hasta que La Dolorosa volvió a ser introducida en La Colegial. Los instrumentos no dejaron de sonar, sino que también acompañaron al Resucitado, nuevamente, al huerto del Convento de las Benitas.
Con esta procesión terminaban los actos organizados con motivo de la Semana Santa, siendo la jornada en que el trabajo de todo un año de los cofrades de una y otra formación religiosa, se pone en común de forma más que evidente.
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