Irene González Moreno | Miércoles 23 de abril de 2014
Después de un mes desde que la Plataforma contra la central de Biomasa de Pepino pidiera una reunión al alcalde de esta localidad, Inocencio Gil, para abordar el futuro de este proyecto, el colectivo asegura no haber recibido ningún tipo de respuesta, pese a que el regidor pepinero declaró a los medios que “se haría lo que los vecinos quisieran”. La plataforma sigue manteniendo que el Polígono de Valdefuentes no es el lugar más adecuado para la instalación de esta factoría por “estar a tan sólo 153 metros de la Urbanización Chaparral, una residencia de mayores, el colegio Adalid Meneses, el Polígono de Buenavista o el embalse y parque de la Portiña.
Entre sus principales quejas están los problemas de ruidos, vibraciones, polvo y contaminación ambiental y acústica, así como el consumo excesivo de agua potable hasta 4.500 litros por hora. Pese a que las viviendas de los vecinos están muy próximas a la autovía, creen que sufrirán un gran impacto patrimonial, ya que “se verán fuertemente mermadas en valor, aún pagando el IBI como zona residencial de primera clase”. También aluden a la dificultad de que hasta la planta lleguen 17 toneladas de biomasa a la hora, hecho que conllevará a que por la zona pasarán 6.500 camiones al año. A su juicio, en este planteamiento debe “primar la salud y el bienestar de las personas sobre el interés particular y recaudatorio” y se refieren al traslado a un lugar más “idóneo” que no sea molesto para nadie.
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