La tarde de ayer, 23 de mayo, quedará guardada en la historia de todos la que la presenciaron por la faena de Tomás Rufo al bravo Alabardero de Victoriano del Río.
Un animal lidiado en sexto lugar que fue portentosamente picado por Manuel Jesús Espartaco y en el que Sergio Blasco y Fernando Sánchez fueron ovacionados.
La labor de Tomás fue torera con la muleta arrastrando la arena al ralentí ante un toro bravo que fue a más a medida que el de pepino le exigió.
La plaza fue un manicomio con la mano izquierda en series eternas vividas de pie por la gente.
Solo la espada evitó que viera la calle Alcalá a hombros, pero no un clamor en la mejor plaza del mundo que le obligó a dar una vuelta al ruedo preciosa agradeciéndole la mejor versión de Tomás.
Sin duda en una tarde de no hay billetes, Rufo se coloca en la parte alta de la escalafón con una faena memorable que ha dejado a todos pensando que el miércoles y el domingo nadie debe perderse su vuelta a Madrid.