El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunció ayer que las futuras estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de los municipios toledanos de Quero, El Toboso, Los Yébenes y La Guardia estarán en funcionamiento en 2026, mientras que ya ha comenzado la fase de licitación de la planta de Sonseca.
El anuncio se produjo durante la inauguración oficial de las EDAR de Cebolla, Mesegar de Tajo y Montearagón, unas infraestructuras que suponen una inversión total de 5,4 millones de euros y que darán servicio a 12.158 habitantes equivalentes, garantizando el cumplimiento de la normativa europea sobre tratamiento de aguas residuales. Según ha destacado el presidente regional, estas instalaciones permiten una gestión más sostenible del ciclo integral del agua y previenen sanciones por vertidos irregulares.
García-Page subrayó que estas obras, necesarias y legalmente obligatorias, fueron paralizadas en 2011 tras la llegada de María Dolores de Cospedal a la Junta. “Estamos haciendo un acto de justicia”, ha declarado, recordando que la paralización de estas infraestructuras, entonces con un 72 % de obra civil ejecutada, derivó en cuantiosas indemnizaciones: “La región ha pagado más de 124 millones de euros por detener irregularmente proyectos, un importe con el que se podrían haber construido cincuenta instalaciones como las de hoy”.
El presidente regional elogió la labor de los alcaldes de Montearagón, Cebolla y Mesegar de Tajo, calificándolos como “representantes honestos que no pierden de vista a su gente”, en contraposición con una clase política que, según ha advertido, “en demasiadas ocasiones accede al poder sin vocación”.
Además, durante su intervención, García-Page respaldó públicamente la postura del Gobierno de España ante el incremento del gasto militar en Europa, rechazando que el país “se deje arrastrar por los caprichos de Trump para alimentar la industria armamentística estadounidense”.
Las nuevas actuaciones forman parte del compromiso del Ejecutivo autonómico por reactivar obras esenciales que, tras años paralizadas, resultan clave para la sostenibilidad ambiental y el desarrollo de los municipios de la región.