El incendio forestal declarado el pasado jueves en la localidad toledana de Méntrida se encuentra ya perimetrado y en fase de control, tras una jornada intensa de labores de extinción en la que las condiciones meteorológicas, especialmente el fuerte viento, dificultaron las tareas de los equipos desplegados.
A pesar de la magnitud del siniestro, la situación actual es favorable, lo que permite vislumbrar una posible desescalada definitiva de los medios de emergencia en las próximas horas.
Las llamas, que comenzaron en Castilla-La Mancha y avanzaron rápidamente hacia la Comunidad de Madrid, han afectado a más de 3.200 hectáreas de terreno forestal, agrícola y pasto seco. La rápida propagación del fuego se vio favorecida por la acumulación de material combustible en vaguadas y zonas de cultivo, lo que provocó un avance incontrolado del frente a una velocidad de hasta tres kilómetros por hora.
Durante la tarde del jueves, varias zonas residenciales se vieron amenazadas, especialmente la urbanización Calypo Fado, ubicada entre los municipios de Casarrubios del Monte y Navalcarnero, donde se procedió al desalojo preventivo de al menos 50 personas. Aunque algunas viviendas resultaron dañadas —sobre todo jardines y estructuras exteriores— solo una casa quedó completamente calcinada.
En Castilla-La Mancha, el incendio fue rebajado a Nivel 0 durante la noche del viernes, una vez consolidado el perímetro y descartado el riesgo para la población y las infraestructuras. En la Comunidad de Madrid, que había mantenido hasta entonces el Nivel 2 de emergencia, se redujo a Nivel 1 durante la tarde del viernes, y finalmente se decretó el Nivel 0 a primera hora de este sábado, tras confirmarse la evolución favorable del fuego y la mejora de las condiciones meteorológicas.
“Vamos a mantener los medios desplegados hasta las 21 horas, a la espera de que el viento baje, y a partir de ahí comenzaremos la desescalada”, explicó Guijarro en un vídeo difundido por la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid 112 (ASEM112).
Durante las últimas horas, los equipos de extinción han controlado con éxito una pequeña reproducción en el flanco izquierdo y un rebrote en una zona de restos mal quemados dentro del perímetro de Calypo Fado. En ambos casos, las intervenciones fueron rápidas y eficaces, sin que el fuego se extendiera más allá de los focos iniciales.
En las labores de control han participado más de un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), apoyados por 42 vehículos y varios drones de vigilancia. Junto a ellos, bomberos de la Comunidad de Madrid, medios aéreos enviados desde Castilla-La Mancha —incluyendo aviones anfibios—, y personal de Protección Civil, Guardia Civil, Cruz Roja y voluntarios locales. El despliegue de medios fue fundamental para evitar que el fuego alcanzara áreas más pobladas y para estabilizar un perímetro que llegó a cubrir más de 30 kilómetros.
Actualmente, todos los vecinos desalojados han podido regresar a sus hogares, y los servicios básicos como el suministro eléctrico y el abastecimiento de agua han sido restablecidos. La vigilancia en la zona continuará durante la noche para prevenir posibles reactivaciones, aunque las autoridades confían en que la situación se mantenga estable.