Tras la celebración de la comisión de Movilidad, el Ayuntamiento de Toledo ha instado al Ministerio de Fomento a que informe de manera regular y anticipada sobre las obras que tenga previstas en la ciudad. El objetivo es mejorar la comunicación para poder informar a los ciudadanos y así evitar perjuicios y problemas de circulación.
El concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, explicó que el pasado martes por la tarde comenzaron sin aviso previo las obras de asfaltado en la carretera TO-23, en el paso subterráneo del puente que conecta con la A-42. Esta actuación provocó un caos circulatorio que, según el edil, “se podría haber evitado si nos hubieran avisado con antelación”.
Jiménez insistió en la importancia de una planificación y comunicación conjunta para que los trabajos que afectan a la movilidad en Toledo no perjudiquen innecesariamente a los vecinos y usuarios. En este sentido, el concejal recordó que el proyecto prioritario pendiente es la construcción del tercer carril de la TO-23 o la conexión de la A-40 entre Ocaña y Toledo, obras consideradas fundamentales y que todavía no se han ejecutado.
Por el contrario, el Ministerio sí ha materializado otros proyectos, aunque “mucho menos importantes”, como el ajardinamiento de una rotonda en la zona del Salto del Caballo o la creación de un carril bici en la avenida de Madrid, que según Jiménez “no conecta con ninguna otra vía”. Actualmente, también se está construyendo otro carril bici que unirá el Polígono con Santa Bárbara e incluye una pasarela sobre la TO-23.
Además, durante la comisión se informó sobre el proyecto de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones, que está previsto que entre en vigor en diciembre de este año. Se trata de una iniciativa “de mínimos”, que se implantará de forma progresiva y comenzará en el Casco Histórico, con el fin de proteger el patrimonio y humanizar el barrio, limitando la circulación excesiva de vehículos.
Entre las medidas previstas figuran la modificación de plazas de estacionamiento de la ORA, pasando de zonas azules a verdes, la instalación de pivotes las 24 horas y un seguimiento específico de los vehículos empadronados en el Casco Histórico.
El concejal recordó que Toledo no es una ciudad con altos niveles de contaminación, aunque sí presenta una pequeña isla de calor en el centro debido a su entramado urbano. Actualmente, más de 186.000 vehículos acceden diariamente a Toledo, aproximadamente la mitad procedentes de fuera de la ciudad.