El Gobierno de Castilla-La Mancha ha invertido más de cinco millones de euros en la rehabilitación del patrimonio histórico de la Iglesia Católica durante la última década. Esta información fue proporcionada por la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, durante su visita a la iglesia parroquial de Almonacid de Zorita, en la provincia de Guadalajara.
Olmedo destacó que estos fondos han sido destinados a la conservación y restauración de bienes culturales en las cinco provincias de la Comunidad Autónoma, lo que refleja el compromiso del Gobierno regional no solo hacia la institución religiosa, sino también hacia el vasto patrimonio cultural que posee la región.
Las subvenciones se han canalizado a través de dos líneas de ayuda: una comisión mixta que ha recibido más de 3,8 millones de euros y otra partida asignada directamente desde la presidencia del Gobierno regional con un total superior a 1,2 millones de euros.
Entre los proyectos financiados, se encuentra la ayuda destinada a la Iglesia de Santo Domingo de Silos, ubicada en Almonacid de Zorita. Esta intervención tiene como objetivo rehabilitar la cubierta de su torre, con un presupuesto total que supera los 219.000 euros, siendo más del 87% financiado por la Junta de Comunidades.
La iglesia parroquial está dedicada a Santo Domingo de Silos y su construcción comenzó a finales del siglo XV, aunque quedó inacabada. La portada principal, tallada en piedra caliza, ha sido objeto reciente de restauración y presenta un alto alfiz que engloba el acceso.
Dicha portada está compuesta por cuatro arcos semicirculares apoyados sobre capiteles y columnillas adosadas, decorados con motivos diversos como bolas y elementos característicos del arte gótico, incluyendo animales y quimeras. Todo ello se encuentra bajo un último arco florenzano de estilo gótico-isabelino, donde se pueden observar los escudos tallados de los Reyes Católicos y de la Orden de Calatrava.
Dadas las similitudes entre esta portada y la correspondiente a otra iglesia en Albalate, existe una alta probabilidad de que ambas obras sean fruto del mismo artista, lo que añade un valor histórico adicional a este patrimonio cultural.