David Moreno, teniente de alcalde de Talavera de la Reina y presidente de Vox en las Cortes de CLM, pidió el 8 de septiembre, día de la patrona de Talavera, a la virgen del Prado que intercediese para hacer posible, más pronto que tarde, el cambio de presidente del Gobierno. En Albacete, ante la virgen de los Llanos, reiteró su petición.
No pidió su intercesión para acertar los seis números más el complementario de una primitiva suculenta, con la que comprarse una cuadra de renombre; pidió la marcha de Sánchez. Hay que reconocer su humildad. O no tanto.
Cabe preguntarle al presidente de Vox en esta comunidad si tan sibilina petición no le parece una falta de respeto a los creyentes, a la patrona en sí y a los talaveranos y albaceteños en general.
Y también cabe preguntarle al susodicho señor si quiere un cambio de presidente para bajar el SMI, para que las pensiones vuelvan a subir una miseria, para disminuir el número y la cuantía de las becas, para quitar el bono cultural o el bono transporte, para acabar con la excepción ibérica y los bonos sociales eléctrico y térmico, para imponer el copago sanitario, obviar o borrar de un plumazo los recursos transferidos a las CCAA (más que nunca en la Historia) y para devolver los fondos next generation.
Si en realidad lo que quiere es eso, su petición de cambio es consecuente; aunque dudo de que los ciudadanos, a los que se debe, estén de acuerdo.
Por último, señor Moreno: responder a las propuestas y acciones humanitarias, como las del Open Arms, con discursos y propuestas de odio, maximalistas y antihumanas es una barbaridad.
Menos bombazos y hundimientos y algo más de piedad, virtud que se presupone a cualquier creyente.
Convertirlo, señor, en un ser más humano: ése sí que sería un gran milagro.
A la espera de que alguien esté por la labor y tal se produzca, un saludo.
David Talavera Almendro