Tras 35 años ofreciendo servicio en Talavera de la Reina, Óptica La Flor cierra su establecimiento ubicado en la ciudad. Sin embargo, sus pacientes continuarán recibiendo atención especializada tras la decisión de Federópticos Talavera de asumir su cartera de clientes y recoger el testigo.
María Jesús Bonilla, responsable de Federópticos Talavera -Avenida de Toledo, 20-, explicó que la operación responde a la afinidad entre ambos modelos de negocio: “Me he quedado con Óptica La Flor, pero esa óptica se cierra y toda la gente la derivamos a Federópticos Talavera. Decidí dar este paso porque el estilo de trabajo de La Flor encajaba con el nuestro: no se trataba solo de graduar y vender gafas, sino de hacer estudios visuales, trabajar con niños y abordar problemas de visión más allá de la vista”.
Bonilla subrayó que la transición será sencilla y que los pacientes de Óptica La Flor no notarán cambios en la calidad del servicio: “Les vamos a seguir cuidando igual que lo hacía Carmina, y les animamos a que sigan confiando en nosotros para el cuidado de su visión”.
La integración supone una oportunidad de crecimiento para Federópticos Talavera, que amplía su base de pacientes manteniendo un enfoque especializado y cercano.
Lejos de ser una óptica convencional, Federópticos Talavera se presenta como un centro integral de optometría y audición, con un enfoque altamente especializado en visión infantil y en evaluaciones visuales profundas. “No somos una óptica normal. Evaluamos bebés desde los seis meses de edad. Damos mucha importancia a los estudios visuales, a cómo trabajan los dos ojos a la vez. No solo medimos cuánto ves, sino también la calidad con la que ves”, afirma Bonilla.