NUESTRA GENTE

Apoteosis final en la Procesión del Resucitado en una abarrotada Plaza del Pan

Salida del Cristo Resucitado por el lateral de La Colegial. (Foto: J.F.)

Mucha religiosidad y mucho fervor el que se respiró por las calles de Talavera durante toda la Semana Santa, y también muchas lágrimas las que cayeron por no poder salir las cofradías a causa de la lluvia.

Javier Fernández | Miércoles 23 de abril de 2014
Semana Santa muy diferente según quien te cuente la historia. Mientras que unos lo han vivido como otros años, saliendo a la calle y acompañando a las imágenes por las calles de la ciudad, otros no han tenido más remedio que adorarlas en el interior del templo debido a las inclemencias del tiempo. Y es que si ha habido una protagonista en estos días ha sido la lluvia, tanto por hacer su aparición en los momentos previos a las procesiones como por el desconcierto de aquellos que se arriesgaron en salir ante las amenazas de precipitaciones constantes. La Procesión del Cautivo fue la primera en pagar el duro precio. La Cofradía de los Regantes tuvo que quedarse en la Colegial con sus imágenes. Lágrimas corriendo por la cara de muchos de los que han trabajado durante todo un año para lucir a su Virgen y a su Cristo ante las decenas de devotos y fieles que cada año les acompañan en solemne procesión. Algo más de suerte tuvo la Cofradía del Santísimo Cristo de la Espina en la Procesión del Silencio. La sobriedad del paso por el emblemático Puente Romano no se vio alterada por las precipitaciones que cayeron en muchos tramos del día, aunque fue necesario recortar el recorrido para no tentar demasiado a la suerte. Así, una vez salieron del puente se dirigieron a La Colegial.

Caras de desolación e impotencia entre la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores. Ninguna de las dos pudo salir a las calles de la Ciudad de la Cerámica, ya que la lluvia hizo aparición para quedarse durante unas horas en el cielo talaverano. Pese a ello, fueron muchísimas las personas que acompañaron a la Virgen en la Iglesia de San Francisco, a la que asomaron a la puerta del templo para recompensar a los devotos. También en La Colegial los fieles visitaron las imágenes referentes al camino que recorrió Jesucristo hasta ser crucificado. Muy diferente la estampa que se disfrutó en la jovencísima Procesión de la Madrugá. La Hermandad de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia salió, por primera vez en la historia, desde la Iglesia de San Andrés y estuvo acompañada en todo el trayecto por un numeroso público pese a las altas horas en que se celebra. Uno de los momentos más especiales, sin olvidar las saetas que muchos fieles entregados regalaron al Cristo, se vivió cuando la cantante talaverana María Aguado pronunció la lectura de la sentencia desde un balcón en la calle Corredera.

Después de un Vía Crucis Penitencial que la Cofradía del Santísimo Cristo de la Espina no pudo sacar a la calle por las intensas lluvias matinales, los presagios no eran mucho mejores para la procesión más multitudinaria con el Santo Entierro. Finalmente la lluvia al final dio la tregua para el encuentro del Jesús Nazareno y la Santa Mujer Verónica. Nada más empezar los primeros acordes de las bandas el temporal fue amainando y posibilitó que las imágenes que salieron a la calle pudieran completar un reducido recorrido por las amenazas constantes de precipitaciones. Los Alfareros salieron del Colegio La Salle y regresaron al mismo después de pasar por la Plaza del Pan y la calle Palenque. Desde la Iglesia de Santiago salieron el Padre Jesús Nazareno, la Santa Mujer Verónica y la Esperanza Nazarena, visitando la Colegial horas después. Fue un paso más lento de lo habitual, aunque finalmente, y tras varias saetas durante el recorrido, las imágenes se encontraron en la Plaza del Reloj para deleite de las decenas de personas que auguraban ansiosas este momento. Los costaleros del Jesús Nazareno y de la Mujer Verónica 'bailaron' las imágenes marianas simbolizando el momento en que ésta limpió el sudor, la sangre y la tierra a Jesucristo cuando cargaba con la cruz camino del calvario.

Procesión descafeinada en cuanto a participación, ya que los Regantes y el Santo Sepulcro y Virgen de la Soledad salieron mucho más tarde debido a la climatología y con un recorrido muy mermado. Pese a todo, el público acompañó en la calle pese al frío reinante desde que entró la noche.

Mejor cierre no pudo tener la Semana Santa con la Procesión del Encuentro de Jesús Resucitado con su Santísima Madre. Tanto la Cofradía de Jesús Resucitado como la de Nuestra Señora de los Dolores improvisaron recorridos más cortos, con paso en ambos casos por la Colegiata de Santa María La Mayor, para luego encontrarse ambas imágenes en la Plaza del Pan. Aplausos y gritos de júbilo en el público cuando los costaleros alzaron ambos pasos, momento que se vio acompañado de una lluvia de papeles blancos y azules en un escenario que hasta ahora se reservaba para la Plaza del Pan. Sobresaliente broche para una Semana Santa pasada por agua; aunque el sentimiento la ha mantenido tan viva como en ocasiones anteriores.

Noticias relacionadas