Cuatro calles cortadas en el casco por el derrumbe de viviendas en estado de ruina
Se trata de Gabriel Alonso Herrera, Mesones, Río Tajo y San Agustín el Viejo con San Jerónimo.
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Cuatro son ya las vías cortadas al tráfico en el casco de Talavera por el derrumbe de viviendas antiguas debido a las intensas lluvias que han caído en las últimas semanas. La última ha sido una vivienda unifamiliar de dos plantas en la calle San Agustín el Viejo, esquina con San Jerónimo. El inmueble tenía el techo hundido, grietas en ambas caras de su fachada y parte de su revoco cayó a la calzada, según explicó el concejal de Protección Ciudadana, Gerardo Pérez de Vargas. Debido a que la calle Río Tajo también está cortada por el derrumbe de otra vivienda, ha sido necesario derivar el tráfico por la Plaza de San Jerónimo con salida a la Ronda del Cañillo. Esta última casa estaba deshabitada y presenta un evidente peligro, así como existe “un estado de ruina inminente en la cubierta del edificio”, dijo la delegada de Urbanismo, María Rodríguez.
En este caso, el Ayuntamiento volverá a actuar de manera subsidiaria de manera inminente, ya que la cubierta está empujando los muros y pueden producirse nuevos desprendimientos. Por tanto, se demolerá la cubierta, después de que los técnicos decretaran la actuación de emergencia, y el resto se hará por procedimiento ordinario con la intervención de la propiedad, con el fin de estabilizar y consolidar la vivienda. Esta misma semana podrían comenzar las actuaciones. Respecto a la de la calle Río Tajo, los dueños han presentado el informe técnico del aparejador declarado su ruina inminente y solicitando el permiso para el derribo de la vivienda, porque “no se cubre la seguridad estructural del edificio”. Por tanto, se está a la espera del expediente de la dirección facultativa que garantice la seguridad de los edificios colindantes y de los viandantes.
En la calle Mesones los trabajos de derribo siguen a buen ritmo pese a estarse realizando a mano. Rodríguez reconoció que hay gran cantidad de cascotes, cubiertas y maderas, por lo que los trabajos durarán como mínimo otros quince días. En Gabriel Alonso Herrera una de las obras se está ejecutando ya, mientras que en la otra habrá que actuar de forma subsidiaria, porque la propiedad no responde con las diligencias. Será un informe técnico el que aconseje si demolerlo, en caso de que la estabilización del inmueble cueste más del valor del mismo. La concejala explicó que estos derrumbes se producen por el ensanchamiento de los muros con las lluvias, porque tienden a empujar al exterior.