Borja Fernández, especialista en energía y trabajador de la consultora energética Gestiener, ha explicado en una entrevista a La Voz del Tajo los motivos detrás del apagón eléctrico que afectó, el pasado lunes 28 de abril, a todo el país. Aunque insiste en que todavía hay varias hipótesis y no se ha confirmado la causa exacta, afirma que “lo que parece más probable es que ha habido un colapso en la red por una inyección masiva de energía”, debido al aumento de producción de renovables como la fotovoltaica, la eólica o la hidroeléctrica.
Según Fernández, “las redes no están preparadas para soportar toda esa inyección de energía”. A pesar del impulso de la generación verde, ha asegurado que uno de los grandes problemas es que “se invierte poco en infraestructura”, lo que ha provocado un desequilibrio entre producción y capacidad de absorción. Señala que, en este caso, la fotovoltaica llegó a representar un 63% del mix energético, algo que “no se contemplaba que fuera tanto”.
En cuanto al sistema de precios, Fernández explica que funciona mediante una subasta diaria en el mercado OMIE, donde productores y compradores fijan sus ofertas. De ahí salen los precios de casación, que varían a diario. “El lunes estaba en 5 euros por megavatio y hoy miércoles está en 31”, precisa. Aunque esta diferencia ha generado hoy titulares sobre un aumento del 400%, aclara que “31 sigue siendo un precio muy bueno; todo lo que esté por debajo de 50 es buen precio de compra de energía”.
Uno de los efectos más desconcertantes del apagón fue que muchas personas con paneles solares tampoco tuvieron electricidad. Fernández lo atribuye al comportamiento de los inversores, que son los dispositivos que regulan el uso de la energía generada. “Los inversores hay un momento que no detectan que están enganchados a la red, se apagan”, explica. Y añade que, aunque las placas siguieran generando energía durante el día, “la gente que tenía placas solares tampoco tenía luz por eso”. Para evitar esta situación, recomienda consultar con un especialista sobre la posibilidad de configurar el sistema en modo ISLA, lo que permitiría seguir usando la energía solar incluso cuando la red falle.
También recuerda que, a diferencia de otras fuentes como el gas o el carbón, “la luz no se almacena”. Aunque ahora se empieza a trabajar con baterías físicas, reconoce que “nuestro país todavía no tiene esto integrado” y que hasta ahora eran sistemas caros e inestables. Sin embargo, considera que “el futuro va a estar ahí” y que el almacenamiento permitirá una mayor independencia energética.
Durante el apagón, Fernández describe que en Gestiener vivieron momentos de gran tensión. “Fue un caos hasta que se supo que era a nivel nacional. El teléfono ardía”. Como intermediarios entre comercializadoras y clientes, recibieron numerosas llamadas de empresas afectadas, especialmente aquellas que dependen del frío o de cadenas de montaje. “Tuvimos una media hora o tres cuartos de hora de colapso hasta que se supo que no era un fallo de nuestra red”.
Fernández considera que el problema se originó por un exceso de energía no absorbido por la red. “Esto ha sido un abreojos”, señala, y recomienda tomar precauciones. Para quienes tengan instalaciones fotovoltaicas, insiste en adaptar sus sistemas para poder aprovechar la energía generada en caso de fallo de red. Para los demás, sugiere disponer de “aparatos que no dependan de la red”, como linternas, radios a pilas, cocinas de gas o generadores solares. Además, aconseja tener “algo de dinero en efectivo, por lo que pueda pasar”.
Gestiener, con sede en la calle San Francisco 20, ofrece asesoría energética, además de servicios en telecomunicaciones y sistemas de seguridad. “Trabajamos a nivel nacional y también en las islas”, donde, según indica, no hubo incidencias porque “el sistema no está conectado a la red eléctrica y es independiente”. Para resolver cualquier duda, la empresa pone a disposición de particulares y empresas el teléfono 925 578 874.