El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrado este lunes sirvió para que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunciase que el Gobierno permitirá a las comunidades autónomas incurrir en un déficit del 0,1% del PIB durante los próximos tres ejercicios, lo que supondrá una capacidad de gasto adicional de unos 5.500 millones de euros en el conjunto del país. La medida quedará ratificada este martes en el Consejo de Ministros junto con la nueva senda de estabilidad presupuestaria.
Antes de participar en la reunión, el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, trasladó su “preocupación” por el retraso en la aprobación de los objetivos de estabilidad de 2025 y por “la falta de información” sobre los asuntos del orden del día, especialmente los relacionados con el nuevo modelo de financiación autonómica.
El responsable regional, que acudió acompañado por el director general de Presupuestos, Isidro Hernández Perlines, subrayó que “algo no funciona en el sistema” si a 17 de noviembre aún se desconocen elementos esenciales para elaborar los presupuestos, como el incremento retributivo de los empleados públicos para 2024 y 2025. Recordó que Castilla-La Mancha ya ha puesto en marcha el trámite parlamentario de las cuentas con el objetivo de que entren en vigor el 1 de enero, y que este mismo lunes comienzan las comparecencias de los consejeros para detallar los fondos asignados para 2026.
Ruiz Molina defendió la necesidad de que las autonomías puedan ejercer de manera real y efectiva el “principio de autonomía financiera”, sin estar “al albur” de decisiones tomadas en Madrid. “Lo que es bueno para el Gobierno nacional, porque es un paso previo a los Presupuestos Generales del Estado, es perjudicial para las comunidades que debemos elaborar las cuentas sin datos fundamentales”, criticó.
ESCEPTICISMO ANTE LA REFORMA DEL SISTEMA DE FINANCIACIÓN
Durante el encuentro, Montero también anunció que presentará una propuesta de reforma de la financiación autonómica en un plazo de dos meses. Sin embargo, Ruiz Molina se mostró escéptico: “Ojalá, pero creo que no. A lo mejor nos lo dan todo precocinado desde Barcelona”, ironizó, en alusión a las negociaciones del Gobierno central con ERC.
Esta cuestión ya había sido abordada durante la mañana por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien exigió una única mesa de negociación y rechazó “todo tipo de privilegios”. “No se trata solo de que haya más dinero, sino de cómo se reparte”, afirmó, insistiendo en que costes como los sanitarios y educativos se han disparado con la inflación: “¿O es que se creen que el IPC solo sube para el Mercadona?”.
DEFENSA DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD
El consejero lamentó “no haber recibido ni un solo documento”, pese a que los medios de comunicación informan de avances en el nuevo modelo. Se mostró especialmente molesto con “la satisfacción” expresada por ERC en algunas ocasiones respecto al proceso negociador: “Si ERC está satisfecha es que algo no cuadra”.
En este sentido, reiteró la “oposición total” de Castilla-La Mancha al principio de ordinalidad, una regla por la que las comunidades más ricas mantendrían su posición relativa incluso tras la nivelación. A su juicio, este planteamiento “va en contra de los valores del Partido Socialista”, que considera prioritario garantizar el principio de igualdad en el acceso a los servicios públicos.
El Gobierno regional continúa reclamando un fondo transitorio de compensación para las autonomías que, como recordó Ruiz Molina, están “objetivamente infrafinanciadas”, según estudios y datos del propio Ministerio de Hacienda.
A la salida del CPFF, el consejero insistió en que la negociación no puede centrarse exclusivamente en Cataluña, como —según dijo— reflejan diversas informaciones periodísticas. “Parece que no ha habido reuniones, pero todos sabemos que las ha habido, e incluso papeles”, señaló. Y concluyó con una advertencia: “A este consejero no le gustan los platos precocinados. Si es un sistema para todas las comunidades de régimen común, debemos estar en la cocina desde el primer momento en toda la negociación”.