El teatro de Talavera de la Reina (Toledo) se llenó durante tres jornadas consecutivas, no solo de público, sino de emoción, esfuerzo y muchas historias por contar. La escuela ADAE Alma puso el broche final a su curso con tres funciones que colgaron el cartel de "entradas agotadas", en una celebración colectiva del talento, la dedicación y la pasión por las artes escénicas.
Durante esos días, los nervios del camerino, las risas compartidas entre bambalinas y los aplausos desde la platea recordaron a todos los implicados —alumnos, docentes y familias— por qué el teatro sigue siendo un lugar tan necesario.
El alumnado brilló con fuerza sobre el escenario, demostrando no solo evolución artística, sino una entrega total, fruto de meses de preparación. Un esfuerzo que no habría sido posible sin el respaldo incondicional de las familias, pieza clave en este engranaje.
Desde la dirección de ADAE Alma han querido destacar también el trabajo incansable del equipo docente, que sostiene el proyecto con profesionalidad, pasión y muchas horas invisibles que hacen que todo fluya delante del telón.
El vestuario fue otro de los grandes protagonistas de las funciones, gracias al talento de Álex Quintas, actor y diseñador, que volvió a estar a la altura con propuestas que emocionaron y dieron identidad a cada número. Una labor completada con el compromiso del taller de costura, liderado por Ángela y Alberto, que trabajaron contra reloj para que cada traje luciera impecable.
"Esto no es magia. Es trabajo en equipo. Y del bueno", resume Lucía Quintas, una de las voces impulsoras del proyecto, en un mensaje que encierra lo vivido estos días: comunidad, compromiso y arte compartido.






