El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado este lunes su profunda preocupación por la situación humanitaria en Gaza, calificándola como una crisis que “sobrepasa los límites” y que representa “una vergüenza de la condición humana”.
Durante un acto celebrado en la localidad conquense de Mira, García-Page ha ampliado esa crítica a la actitud de muchas instituciones y países, cuya reacción —o falta de ella— ha considerado insuficiente ante el sufrimiento de la población civil.
Frente a esa pasividad internacional, el presidente regional ha valorado de forma positiva la postura del Gobierno de España, asegurando que el país “está respondiendo y dando la cara”, algo que ha agradecido “mucho”.
Ha subrayado que, ante una emergencia de esta magnitud, “da igual si son musulmanes, cristianos o judíos. Son seres humanos”. En su intervención, ha trazado un paralelismo con la respuesta que se dio tras la DANA que afectó a Mira en octubre del año pasado, recordando que en aquel momento no se preguntó “a qué Dios cree cada uno”. “Aquí a todo el mundo se le atendió”, ha recalcado.
García-Page ha puesto en valor la ética y la vocación del personal sanitario, destacando que su compromiso moral trasciende cualquier conflicto o ideología. “Los profesionales médicos tienen obligación moral, por lo que aprenden y por lo que juran, para intentar curar incluso a quien le ha intentado asesinar 24 horas antes”, ha afirmado.
Un principio que, según el presidente, refleja lo mejor de la humanidad, en contraste con el sufrimiento y la inacción que rodea a la crisis de Gaza.