OPINIÓN

El Tajo pasa esquilmado por ‘Cenicienta de la Reina’

Alberto Retana

Irene González Moreno | Miércoles 23 de abril de 2014
Ni con el cambio en el Gobierno de España se varían las tornas respecto a los trasvases de agua del Tajo hacia Levante o La Mancha. Ya damos agua al Segura, al Guadiana... ¿cuál será el siguiente?

Con la cancionceja de que el cauce que pasa por nuestra tierra es suficiente para donar el líquido elemento a otras zonas de la geografía tienen suficiente y no piensan, para nada en la solidaridad que se necesita por aquí.

Franco puso en marcha las obras del Trasvase en 1966 gastándose 43.222 millones de pesetas y como compensación se presupuestaron 5.300 millones de pesetas a Castilla-La Mancha en el año 1985, en obras de carácter hídrico.

Pero la sangría sigue. Y no digo yo que hata que dejar de ser solidarios con las zonas que ‘pasan sed’ en sus campos (aunque luego utilicen el agua para regar el césped de los campos de golf o llenas las piscinas de infinitas urbanizaciones), ni mucho menos. Pero también pueden pensar en un posible trasvase desde el Delta del Ebro, para que Cataluña y Valencia muestren su solidaridad con el Levante y así no seamos los tontos de siempre los que arrimamos el hombro.

Fue primero Zapatero el que machacó nuestro río y ahora Rajoy continúa en la misma línea, con algo más de cuidado, pero casi igual.

No sé qué habrá que hacer para que nos tengan en cuenta, quizá amenazar con independizarnos... pero lo que sí es cierto es que a Talavera habría que cambiarla de nombre y denominarla Cenicenta de la Reina, porque siempre –gobierne quien gobierne– nos dejan arrinconados para acordarse de nosotros cuando hay que emitir el voto. En eso se ha convertido la política, en un mes de atención cada cuatro años.

Otra prueba más es la información que se detalla junto a estas lñineas sobre la no implantación del nodo intermodal en la ciudad. Hasta 14 nuevos se pretenden instalar en Castilla y León y aquí sólo en Ciudad Real, la niña bonita antes y ahora. Por eso, ni nos querían los otros ni nos quieren estos.

No me extraña que después salten las alarmas con los sondeos de opinión en que la clase política es uno de los problemas mayores para la ciudadanía o que militantes de los grandes partidos, como el caso de Braulio Ramos, se harten y dimitan por salir defraudados. Así terminaremos todos.

Acabo reiterando mi agradecimiento a los cientos de personas que me han expresado su felicitación por haber conseguido el premio de Editor del Año. Sin todos ustedes leyendo estas líneas, no sería posible. Gracias.

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