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Felipe Medina

Democracia real, ¡ya!

Democracia real, ¡ya!

miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h

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Cuando escribo estas líneas, aún no se conocen los resultados de las elecciones y confieso que tampoco me inquietan demasiado.
Las movilizaciones que han corrido como la pólvora a través de un país estremecido por el castigo de los políticos no pueden surtir efecto en solo unos días y el manifiesto borreguismo, apatía y conformismo de la sociedad española, no tienen vacuna de efectos inmediatos. Lo esencial es que, la tarea ha comenzado y esta, de seguro estará llena de obstáculos, aunque por una vez, del pueblo pueden ser el poder y la gloria, si es que el pueblo, quiere salir del fango, el servilismo, las injusticias y un futuro negro, como el alma de los políticos y los magnates que tienen el planeta como cortijo exclusivo.

Durante cinco semanas, a través de LA VOZ DEL TAJO, he estado desarrollando desde este rincón mi teoría de la abstención y su fenomenal utilidad para romper de una vez por todas con el sistema y así, poder barrer con la lacra que nos asola. Sería por mi parte una absurda pedantería pensar que he logrado adeptos a mi propósito. Me doy por satisfecho, con haber molestado a los políticos.

Me alegro infinito de haber participado en las manifestaciones, convocadas por “Democracia real, ya”. Por fin, un grupo de personas, con las ideas muy claras, no se resignan ni a pagar la crisis de los poderosos ni a seguir una política obediente con ellos. Ojala que estas manifestaciones, dispersas pero decididas, tenga continuación y cada vez más adeptos que seamos capaces de quitarnos de encima la opresión, sumisión y el ahogo que nos oprime.

Ha quedado claro que, miles de españoles, a los que paulatinamente se suman más y más, no queremos seguir por este camino de fracaso, frustración, borreguismo y fines de semana dentro del centro comercial o frente a la caja tonta. Ha quedado patente y latente que no tenemos porque esconder la cabeza para no ver el despropósito que los políticos están sembrando en esta España, cada vez más desolada.

Si, estuve en la madrileña Puerta del Sol y nunca antes el emblemático reloj dio una campanada tan contundente. Campanada de indignación, de conciencia, de esperanza y de ilusión, que se han ido contagiando por los cuatro puntos cardinales. Y nunca, nunca antes, la legendaria Colegial talaverana fue testigo de verdades tan aplastantes y un clamor tan contundente. Me pareció que éramos pocos a tenor del fantasma del paro que asola a nuestra región pero, estoy seguro que poco a poco, nos iremos agrupando en una masa que de forma a nuestro entorno político, social y cultural.

Madrid, Talavera… y España entera, claman para que cesen la indecencia, arbitrariedad, atropello, tiranía y despotismo de los políticos. Antes, lo han hecho multitud de países africanos y a partir de ahora, el mundo entero, exigirá nos quiten las cadenas que nos oprimen.


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