La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) centró la asamblea que celebró en la cooperativa San Francisco de Asís de Talavera La Nueva en el futuro de sector lácteo tras la eliminación de las cuotas y la reforma de la PAC. El secretario de Ganadería de UPA a nivel nacional, Román Santalla destacó la incertidumbre que se vive mientras se desarrolla la negociación del Gobierno central. Santalla explicó que su organización ha pedido al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) que exijan que los contratos tengan una duración de al menos un año y se fije el volumen por el que se hace el contrato y el precio que percibirá el ganadero.
Para que todo llegue a buen puerto, Santalla dijo que es necesaria la figura de un mediador para las posibles negociaciones entre la industria láctea española y francesa. Ante eso, también apuntó a que el MAGRAMA debe ser rotundo y decir si apoyará a la industria y distribución francesa o a los ganaderos españoles y de Castilla-La Mancha. En lo que respecta al fin de la cuota láctea, el experto dijo que se ha estimado una multa de entre 30 y 70 millones de euros por sobreproducción, mientras que países como Francia o Alemania produce el doble o el triple de su autoconsumo y no han sido amenzadados en ese aspecto. España solo puede producir el 70% de su consumo.
Santalla también definió como “angustioso” el sistema de cuotas impuesto por la UE, recordando que ha supuesto el sacrificio de miles de vacas y el cierre de miles de explotaciones en el país, ya que se vio duramente disminuida la producción fijada en España.
Mientras tanto, el secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, lamentó que con la reforma de la PAC se van a recortar un 13% el total de las ayudas, teniendo en cuenta además que estas subvenciones van a ir en función de las hectáreas sin tener en cuenta la producción. También acompañó en la comparecencia la secretaria general de UPA-Toledo, Elisa Fernández.