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El director general de la entidad financiera, Rafael Martín Molero. (Foto: LVDT) |
Caja Rural de Castilla-La Mancha aumenta su margen neto en un 90% en el primer semestre de 2011
Esa diferencia se traduce en 9,5 millones de euros respecto al mismo periodo del año anterior.
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Caja Rural de Castilla-La Mancha presentó en el primer semestre de 2011 un margen neto de 9,5 millones de euros, una cifra que supone un incremento del 90,15% respecto al mismo periodo del año 2010. El resultado antes de impuestos sumaba a 30 de junio 5,2 millones de euros, un 10,09% más que en los primeros seis meses del año pasado. El director general de la entidad financiera, Rafael Martín Molero, manifestó que “estos resultados demuestran la buena gestión realizada por Caja Rural de Castilla-La Mancha, basada en un modelo de negocio innovador y rentable, que se ha visto reforzada con su cambio de denominación social y su expansión por toda la región con la próxima apertura de oficinas en las provincias de Albacete, Ciudad Real y Cuenca”.
Fiel a su trayectoria histórica, los márgenes de la cuenta de resultados desprenden una solidez y una recurrencia inusuales en un sector habituado a incorporar resultados extraordinarios en fechas señaladas. A 30 de junio de 2011, la entidad manejaba un balance de 3.496 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 8,60% respecto al año anterior. Caja Rural de Castilla-La Mancha inició el ejercicio con una alta calidad de resultados gracias al impulso del incremento interanual de los recursos gestionados de clientes por un importe de 187 millones de euros, hasta alcanzar los 2.720 millones de euros al finalizar el semestre. Esta variación se corresponde con un incremento interanual en los saldos depositados de clientes de un 7,40%, muy por encima de la media del sector. Respecto a la cifra de inversión crediticia sumaba 2.259 millones de euros, lo que refleja la estabilidad necesaria en la asunción de riesgos que los tiempos actuales recomiendan.
LIQUIDEZ. Caja Rural de Castilla-La Mancha tiene una fuerte posición de liquidez históricamente, aunque en este primer semestre de 2011 se ha visto incrementada hasta alcanzar los 746 millones de euros, disponibles para realizar las inversiones que, estratégicamente, los órganos de dirección de la institución consideren necesarias. De la misma forma, la evolución positiva de los recursos propios, así como la contención en los riesgos asumidos, permiten presentar un ratio de solvencia al final del primer semestre del 14,60%, lo que supone un exceso de 125 millones de euros sobre los recursos propios necesarios marcados por la normativa en vigor.
NUEVAS OFICINAS. A 30 de junio, la entidad mantenía abiertas al público 189 oficinas en las que trabajaban 763 empleados. Durante lo que va de año, Caja Rural de Castilla-La Mancha incorporará a su actual red de oficinas sucursales correspondientes a las provincias de Albacete, Ciudad Real y Cuenca, en las que actualmente se están concluyendo las obras civiles.
En términos de morosidad, y como consecuencia de sus mecanismos de gestión y control del riesgo, la firma mantiene un ratio de inversión dudosa con respecto al total de inversión crediticia del 2,32%, claramente por debajo de la media del sector financiero en su conjunto y del sector de cooperativas de crédito a nivel nacional, que publicó un ratio del 6,30% en mayo de 2011. Respecto a la evolución de su número de clientes, la entidad a 30 de junio arrojaba una cifra de 386.107, lo que representa 4.902 nuevos clientes respecto a la misma fecha de 2010. Martín Molero dijo estar “complacido con las cifras presentadas y la evolución de la entidad en el primer semestre de 2011, aunque Caja Rural de Castilla-La Mancha sigue exigiéndose aún mucho más cada día en beneficio de sus socios, clientes y empleados”.
El director general recordó que en el ejercicio pasado se generó un nuevo plan estratégico para 2010, 2011 y 2012 que ha servido a Caja Rural de Castilla-La Mancha para enfocar la evolución de la entidad en la senda del progreso más adecuado, con objetivos renovados y adaptados al avance inmediato de la Caja. Rafael Martín Molero afirmó que “la implantación de un nuevo modelo organizativo más próximo al cliente y a las necesidades de la sociedad está dando excelentes resultados”, por ello, no dudó en subrayar que “las ambiciosas metas que Caja Rural se ha impuesto se alcanzarán con suficiencia”. En un contexto económico como el actual, la firma confía en seguir incrementando su cuota de negocio aprovechando la ventaja competitiva que le suponen su holgada posición de solvencia y liquidez, su baja morosidad y la enorme confianza depositada por sus socios y clientes.