Puerta Grande
Tarde de otoño en Las Ventas.
Oro con verde botella es su traje.
Magia torera en su sobrio equipaje.
Arte del suyo para saldar cuentas.
Soberbios naturales de sabia factura.
Redondos o espaldinas y ese trasteo
Ungido de incienso besando el perineo.
Faena excelsa a utreros con bravura.
Opera prima y con gesto luminoso.
Rugió Madrid en ese viernes otoñal,
Enamorado del arte de un zagal
Sereno, genuflexo y virtuoso;
Impasible, sincero y vertical.
Nadie en esa tarde estuvo sieso
Ondeando su pañuelo al recital.