Más de 30.000 abogados, procuradores, arquitectos e ingenieros de toda España tomaron las calles de Madrid en una movilización histórica y sin precedentes para exigir la Pasarela 1x1.
Desde primeras horas de la mañana, los manifestantes comenzaron a llegar a la Plaza de España, epicentro de la convocatoria y punto de encuentro de colectivos procedentes de todos los rincones del país. Un grupo de gaiteros amenizaba la plaza, creando un ambiente reivindicativo y emotivo.
La manifestación comenzó puntualmente a las 12:00 horas, con más de 30.000 profesionales llenando las calles dispuestos a reclamar justicia social. La columna principal avanzó tras una batucada que abría la marcha, marcando el ritmo y la energía de los participantes, mientras los gaiteros se integraban entre los manifestantes. Durante el recorrido, la Gran Vía madrileña se transformó en un auténtico mosaico humano y visual, con pancartas cargadas de mensajes reivindicativos.
Los participantes realizaron actos simbólicos de gran fuerza comunicativa: se tumbaron en el suelo y desplegaron un gigantesco tifo reclamando la Pasarela 1x1 desde las mutualidades al RETA. Este gesto visualizó la situación de jubilados en total desprotección y la misma realidad en la que quedarán los mutualistas que se sigan jubilando hasta que se legisle una pasarela al RETA, así como la exigencia de una integración inmediata con reconocimiento de derechos en la seguridad social, en igualdad de tiempo y cotizaciones.
En el tramo desde Metro Gran Vía hasta la calle Alcalá, y en el Paseo del Prado miles de manos enguantadas con guantes de colores se levantaron al unísono, simbolizando la unidad de los colectivos.
La marcha culminó alrededor de las 14:30 horas frente a las puertas del Congreso de los Diputados, donde el clima de indignación se hizo aún más palpable y una pitada unánime fue dirigida a las instituciones responsables. El impacto visual de esta marea convirtió la manifestación en un acontecimiento inédito en la historia de los mutualistas.
El motivo central de la manifestación fue exigir que todos los mutualistas pudieran acceder a la Seguridad Social en condiciones de igualdad, sin quedar atrapados en sistemas alternativos que durante décadas han funcionado con desigualdades, carencias y ausencia de garantías.
Actualmente, miles de profesionales activos y jubilados sobreviven con pensiones que apenas alcanzan los 300 o 400 euros mensuales, sin derecho a pagas extraordinarias ni a revalorizaciones anuales. Esta situación, calificada por los organizadores como una precariedad extrema, no solo afecta a quienes ya están jubilados, sino que amenaza también a las próximas generaciones de profesionales que, tras más de 40 años de ejercicio, se enfrentarán a pensiones indignas y por debajo incluso de las no contributivas.
Los portavoces del Movimiento #J2 y la Plataforma Pasarela al RETA subrayaron durante la concentración que la proposición de ley actualmente en trámite era inaceptable. Según denunciaron, el texto presentado por el grupo parlamentario socialista dejaba fuera a un gran número de mutualistas, perpetuando un sistema discriminatorio y desigual. "No es suficiente –insistieron–, necesitamos una solución real, inclusiva y definitiva".
Reconocen a todos los grupos políticos que han hecho suya nuestras justas reivindicaciones y, a su vez, reprocharon al Partido Popular, que no sólo no se sitúa juntos a los afectados por las Mutualidades, sino que su intento de demorar sine die la pasarela, les posiciona claramente junto a éstas.

Por ello, exigieron a los grupos parlamentarios una hoja de ruta clara y sin dilaciones:
Tramitación inmediata de la ley.
Convocatoria sin demora de la ponencia parlamentaria.
Acotación precisa de la norma, de forma que el desarrollo reglamentario fuera ágil y su entrada en vigor no se retrasara más.
Los organizadores recordaron que la solución que proponen no implicaba coste alguno para el Estado ni para los ciudadanos, puesto que las mutualidades trasladarían sus propios fondos a la Seguridad Social y los mutualistas cotizaran en el sistema público desde su incorporación, remarcando que esta medida era fundamental para rescatar a miles de profesionales atrapados en un sistema fallido y garantizarles una jubilación digna y equiparada a la del resto de trabajadores autónomos.
Los organizadores de la movilización señalaron que la situación actual no podía atribuirse únicamente a la inacción del Gobierno. Según el Movimiento #J2 y la Plataforma Pasarela al RETA, la responsabilidad era compartida con las mutualidades profesionales, y las instituciones colegiales de todos los afectados .
Durante décadas, denunciaron, estas instituciones habían actuado en complicidad con el Estado, perpetuando un sistema alternativo que, lejos de proteger a los mutualistas, los había condenado a la precariedad. Mientras los colegios profesionales y sus órganos de gobierno firmaban convenios que les reportaban beneficios económicos, miles de profesionales quedaban atrapados en un modelo que no garantizaba ni pensiones dignas ni derechos equiparables al resto de los trabajadores.
«No les reconocemos legitimidad para negociar en nuestro nombre», señalaron varios portavoces en referencia a los gestores de las mutualidades y a los responsables colegiales. Según remarcaron, estas entidades habían antepuesto sus intereses corporativos a las necesidades de sus colegiados, bloqueando durante años cualquier posibilidad de una solución justa.
El mensaje fue claro: la crisis de los mutualistas es también el resultado de la falta de transparencia y de responsabilidad de las instituciones profesionales, que no han sabido —o no han querido— proteger a sus propios miembros.
Uno de los momentos más culminantes llegó con la lectura del manifiesto oficial, un texto que denunció la inacción del Gobierno y la complicidad de los colegios profesionales y las mutualidades. Según los organizadores, estas instituciones habían mantenido durante décadas un sistema que beneficiaba a los gestores y a los órganos corporativos, pero que condenaba a los mutualistas a la precariedad y a una jubilación indigna.
En el manifiesto también se puso de relieve el agravio comparativo que sufrían los mutualistas frente a otros colectivos profesionales. Mientras a estos últimos se les había permitido integrarse rápidamente en la Seguridad Social mediante reales decretos o legislaciones exprés, los abogados, procuradores, arquitectos e ingenieros seguían esperando una solución real y efectiva, a pesar de que aportaban sus propios fondos al sistema.
Tras la lectura del manifiesto, los participantes guardaron un minuto de silencio por los compañeros fallecidos y se tumbaron en el suelo durante dos minutos en un acto simbólico.
Frente al Congreso de los Diputados, el clamor de los asistentes se convirtió en un eco ensordecedor que resonó en todo el centro de Madrid. Con pancartas al aire y miles de manos enguantadas levantadas, los profesionales entonaron de manera unánime consignas que resumían sus demandas más urgentes:
«Pasarela Al Reta 1x1 para todos»
«Justicia para todos»
«Ponencia ya»
«Estado responsable»
«Basta ya»
«Legislen ya»
El ambiente frente al Congreso fue una mezcla de indignación y esperanza. Indignación por años de promesas incumplidas y demoras injustificadas; esperanza, porque la masiva movilización demostró que la voz de los mutualistas ya no podía ser ignorada.
El agravio comparativo
de los mensajes más repetidos durante la jornada fue la denuncia del agravio comparativo que sufren los mutualistas frente a otros colectivos profesionales. Los manifestantes recordaron que, en los últimos años, otros sectores habían sido incorporados al sistema público de la Seguridad Social con gran rapidez, ya fuera mediante reales decretos o tramitaciones legislativas exprés, incluso en casos donde apenas existían fondos previos que trasladar.
En contraste, los mutualistas —que han cotizado durante décadas en sistemas alternativos regulados por el propio Estado y amparados por sus colegios profesionales— siguen atrapados en un limbo legal y administrativo que prolonga la desigualdad y retrasa una solución justa.
"No pedimos privilegios, pedimos igualdad», remarcaron los portavoces, subrayando que la Pasarela 1x1 no suponía un coste adicional para las arcas públicas, puesto que las mutualidades trasladarán los fondos de los mutualistas a la Seguridad Social. La diferencia, advirtieron, es que mientras otros colectivos han contado con voluntad política y agilidad legislativa, ellos llevan años esperando que se ponga fin a una discriminación que califican de «injustificable e intolerable".
Unidad y apoyo de los colectivos
Si algo definió la manifestación del 27S fue la unidad sin precedentes de los colectivos profesionales. Por primera vez, abogados, procuradores, arquitectos, ingenieros y otros mutualistas marcharon codo con codo, dejando a un lado sus diferencias sectoriales para reclamar juntos un derecho común: la Pasarela 1x1 al RETA, en igualdad de tiempo y cotizaciones.
La diversidad de pancartas y lemas que recorrieron la Gran Vía se fundió en un mismo clamor, proyectando una imagen inédita en la historia reciente de estas profesiones. Este frente común demostró que la reivindicación no pertenecía a un solo colectivo, sino que trascendía ámbitos profesionales y territoriales para convertirse en una causa compartida por miles de trabajadores que sufren el mismo problema estructural.
Los portavoces del Movimiento #J2 y la Plataforma Pasarela al RETA expresaron su agradecimiento por la masiva asistencia de profesionales de toda España, que respondieron con fuerza y determinación a la convocatoria.
"Hemos demostrado que somos miles, que nuestras demandas son justas y que no vamos a detenernos hasta lograr la Pasarela 1x1 para todos", señalaron en sus declaraciones finales.
La presencia de tantas profesiones y territorios en una sola marcha, añadieron, es la mejor prueba de que la solución legislativa no puede seguir esperando.
Al concluir la jornada, los organizadores expresaron un profundo agradecimiento a los miles de profesionales que se desplazaron desde todos los puntos de España para hacer historia en Madrid. Con sus manos enguantadas en alto, los asistentes simbolizaron la determinación colectiva de un movimiento que ya no tiene marcha atrás.
Los portavoces subrayaron ante un público que coreaba al unísono consignas de justicia y dignidad: «Esta movilización no es el final, es solo el comienzo. Seguiremos hasta conseguir una solución real, justa y definitiva».
El movimiento adelantó que esta movilización no sería un punto final, sino un paso decisivo en una estrategia sostenida de presión y visibilización. Anunciaron que, si el Gobierno y los grupos parlamentarios no aceleran la tramitación de la ley, las protestas continuarían con nuevas acciones de alcance nacional e incluso europeo.
Los convocantes insistieron en que su lucha no era solo por el presente, sino también por las futuras generaciones de profesionales, que no pueden volver a verse atrapadas en un sistema alternativo desigual y sin garantías.