El aumento de llamadas comerciales inesperadas continúa generando frustración entre miles de usuarios en toda España, pese a la entrada en vigor de la nueva Ley General de Telecomunicaciones. A diario, operadoras, aseguradoras y diversas empresas de servicios contactan con potenciales clientes sin que exista relación previa, una práctica que la normativa pretendía limitar, pero que sigue muy presente en el día a día.
Para hacer frente a esta situación, la Policía Nacional ha recordado la existencia de dos herramientas gratuitas diseñadas para reducir de forma significativa el volumen de comunicaciones publicitarias: la Lista Robinson y el nuevo sistema Stop Publicidad.
La Lista Robinson, un registro de exclusión publicitaria, permite a cualquier ciudadano indicar qué tipos de mensajes promocionales no desea recibir. A través de su página web oficial, el usuario puede bloquear llamadas telefónicas, correos electrónicos, SMS o correo postal, seleccionando de manera personalizada los canales que quiere desactivar. El proceso de inscripción es sencillo y se valida mediante un correo electrónico. En el caso de menores de 14 años, son los padres o tutores legales quienes deben completar el trámite.
La segunda herramienta, Stop Publicidad, entró en funcionamiento el 31 de enero de 2025 con el respaldo de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Este fichero, vinculado a la renovación de la Ley General de Telecomunicaciones, amplía la protección del usuario al permitir bloquear no solo llamadas comerciales, sino también publicidad enviada desde perfiles en redes sociales o aplicaciones de mensajería. La iniciativa está impulsada por la Asociación Española para la Privacidad Digital y busca reforzar la protección de datos y los derechos digitales.
Aunque ambos servicios son gratuitos, sus efectos no son inmediatos. Tanto la Lista Robinson como Stop Publicidad requieren entre uno y tres meses para que se note una reducción apreciable en el número de comunicaciones promocionales. Durante ese periodo, las empresas están obligadas a consultar estos ficheros antes de lanzar cualquier campaña publicitaria.
Los ciudadanos que se inscriban en estos sistemas pueden, además, modificar sus preferencias, actualizar datos o darse de baja en cualquier momento, manteniendo así un mayor control sobre las comunicaciones comerciales que reciben y reduciendo las molestas interrupciones que generan las llamadas spam.
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