Considera que la derivación aprobada el pasado mes de abril es “manifiestamente ilegal” ya que incumplió las Reglas del Explotación del Trasvase Tajo-Segura al no descontar los 118 hectómetros cúbicos de lodo y barro, lo que viene a denominarse como “embalse muerto” o “no utilizable".
La organización ha abandonado la causa de defensa de la cabecera del Tajo tras “más de tres años de reivindicación y de intentar dar visibilidad a algo que creíamos que merecía la pena”.