One of these days

A juzgar por los mensajes que corren por las redes sociales, el ahorro en sueldos, dietas, coches oficiales, escoltas, y viajes a ninguna parte con ningún propósito iba a ser de lo más interesante, como para pensárselo, vamos. ¿Alguien se sabe el nombre del senador o del diputado provincial que presumiblemente lo representa? Voy más allá, ¿alguien se sabe el nombre de algún senador o de algún diputado provincial, lo represente o no? ¿No sería buen momento para formar un consejo de sabios, formado por lo mejor de cada profesión, para que retomasen los principios utópicos del sentido común y encauzasen las prioridades elementales de la ciudadanía, aparcando obsoletas disciplinas de partido y rancias ideologías de un pasado rentabilizado a costa de repetirlo? Visto el desastre, tanto de los unos como de los otros, y escuchada hasta la saciedad la infantil excusa de ‘no es culpa nuestra, es debido a la crisis global’, ¿no creen que va siendo hora de probar otro sistema? Sí, ya sé, ante lo nuevo siempre surgen los temores y se entona por las esquinas de los muros de las lamentaciones aquello de ‘virgencita, que nos quedemos como estamos’, pero si uno se para a pensarlo, lo cierto es que ni nos explican lo que pasa, ni hay atisbo alguno de que entre ellos, de manera pública y explícita, hagan piña, y pongan sobre la mesa todas las cartas boca arriba para poder ofrecernos un panorama sin sorpresas del tipo ‘fulanito se ha llevado a un paraíso fiscal tropecientos millones de euros y no piensa devolverlos porque se siente traicionado por la Justicia’. ¿No empiezan a estar hartos de tanta tontería, de tanto ‘ráscame la espalda, que yo te rascaré la tuya’? ¿No estamos en el siglo XXI? ¿No nos merecemos, ya que somos los que pagamos, poder elegir en unas listas abiertas a un número mucho más reducido y adecuado de excelentes gestores, conocedores cada uno de su área en concreto, y, a cambio de un generoso y razonable sueldo, competitivo respecto a la empresa privada, darles la oportunidad de que nos ofrezcan resultados, como mínimo, algo más consecuentes? ¿Acaso no tenemos la última palabra? ¿De verdad no tienen ganas de pegarles la patada y mandarlos a paseo? De ser así, sonrían, escuchen los primeros compases de ‘One of these days’, de Pink Floyd, y déjense llevar por la utópica idea de que otro mundo es posible. Quién sabe, en una de esas, nos ponemos todos las pilas, le echamos un pulso al mangoneo compulsivo, y le rompemos la muñeca. Desde luego, cabreados lo estamos. Para eso y más.

Como dijo Lucio Apuleyo: Uno a uno, todos somos mortales. Juntos, somos eternos.

Manzana – S.

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Monkey Business.

La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre.
(Proverbio africano)