Manuel del Rosal
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
La tasa actual de paro juvenil está en el 42 por ciento. A este paso no habrá generación de reemplazo y…todos callados.
La que yo llamo generación ZP es la que en el año 2004 –Zapatero ganaba sus primeras elecciones - tenía 16 años y en el año 2012 tendrá 24 años. Esta generación será la primera que vivirá con mayores dificultades que sus padres, Serán ocho años viviendo bajo el mandato de Zapatero. Son todos esos chicos y chicas que han vivido placenteramente los años que creíamos ser ricos y presumíamos los fines de semana de “reventar la visa”. Son todos esos chicos y chicas que pasaban malamente los cursos escolares con la bendición de un gobierno que lo auspiciaba y unos padres en el despiste y la irresponsabilidad. Son los que, desde muy pequeños, fueron educados para tener todos los derechos y ningún deber por unos padres instalados en la comodidad. Los que tienen impreso en sus mentes la idea de que se puede pasar de vivir bajo el paraguas de los padres, a vivir bajo el paraguas de un gobierno que compra con subsidios, dádivas y ayudas votos y voluntades. Los que han crecido ausentes del compromiso, del mérito, de la dedicación, del esfuerzo, de la filosofía del trabajo. Todo esto es el caldo de cultivo donde se han desarrollado estos jóvenes, caldo cocinado por un gobierno cuyo máximo interés de cara a los jóvenes era, es y será mantenerlos en la ignorancia para así manipularlos fácilmente. Estos jóvenes de la generación ZP están cada día menos cualificados, se constata su desaliento que les está llevando a abandonar la búsqueda de trabajo, a la resignación, a la mansedumbre; esto jóvenes deberían ser el reemplazo natural de quienes por el paso de los años ceden sus puestos a las nuevas generaciones, pero…¿podrán serlo?
Desde el año 2004 en que Zapatero ganó las elecciones han pasado siete años, en aquella fecha el paro entre los jóvenes en la banda de edad de entre 16 y 25 años no llegaba al 25 por ciento ciento. Los últimos datos arrojan una cifra de paro en esa banda de edad del 42 por ciento. Señores del ¡¡42!! por ciento. A nadie parece importarle tan descomunal cifra de paro, a nadie. Por supuesto no le importa al gobierno, mucho menos a su presidente, que puede tener el orgullo de haber sido el creador de esta nueva generación a la que yo llamo generación ZP en honor al Sr. Zapatero, artífice de las condiciones sociales y económicas que han propiciado la aparición de esa generación. Pero lo peor no es que no le importe al gobierno y a Zapatero, lo peor es que parece no importarle a los jóvenes cuyo futuro aparece en el horizonte cubierto de negras nubes; tampoco parece importarle a una sociedad aletargada, cómoda, inerte, parada, desidiosa, dejada cuyos hijos – ¡porque son sus hijos, los hijos de ésta sociedad! – permanecen dependiendo de sus padres hasta la treintena. La generación ZP, si nosotros mismos no lo remediamos, será una generación perdida. La responsabilidad de esa pérdida será, fundamentalmente, de la sociedad que consintió que un gobierno la manejara con su demagogia mientras ella permanecía columpiándose en la hamaca de una falsa riqueza hasta que sus cuerdas no pudieron sostener el peso tanta estupidez y tanta ignorancia.