La Hermandad del Cristo de la Sentencia se vuelve a dar cita con la lluvia

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia se ha vuelto a citar con la lluvia, por segundo año consecutivo, impidiendo que la hermandad llegará a completar ni tan siquiera los primeros cuatrocientos metros de su recorrido.

Eran las doce y media de la noche del Jueves Santo, cuando cientos de personas abarrotaban los alrededores de la iglesia de San Andrés, espectantes y ansiosos de que el Cristo de la Sentencia saliera por la puerta de esta iglesia talaverana. Justo antes del comienzo de la procesión, la hermandad de la Cruz de los Alfareros ofrendó un ramo de rosas al Cristo, así como una plegaria pidiendo que se pudiera completar el recorrido.

El momento álgido se dio cuando el capataz de la Hermandad daba la orden para que los costaleros salieran con los más de 1.300 kilos a los hombros y, por si fuera poco, de rodillas de la iglesia ante un silencio de todos los asistentes que ponía el vello de punta. Este silencio se rompió cuando los costaleros levantaron 'hasta el cielo' el Cristo de la Sentencia ante la ovación de todos los presentes.

La tristeza se adueñó de esta hermandad cuando no se habían transcurrido la primera hora de recorrido de las cinco que estaban previstas, por culpa de la lluvia quien hizo que los asistentes sacaran a relucir sus paraguas, así como la vuelta a casa de la Hermandad del Cristo de la Sentencia, quienes tan varios meses de duros ensayos, sólo han podido disfrutar de su momento durante cuarenta y cinco minutos en la madrugada del Jueves Santo.