La asociación cultural El Plantel Eulaliense de Santa Olalla ha vuelto a dar vida y color a una de las calles principales del municipio con la instalación, por segundo año consecutivo, de un toldo confeccionado íntegramente con tapetes de ganchillo elaborados a mano.
Se trata de una iniciativa impulsada por un grupo de mujeres voluntarias del pueblo y localidades cercanas, que han dedicado su tiempo y esfuerzo a esta labor artística con un claro componente comunitario.
Desde La Voz del Tajo hemos podido hablar con Rosa María Trujillo, presidenta de la asociación, quien ha explicado el trasfondo de este proyecto. Según relata, este podría ser el último año en el que se instale el toldo, “debido a las dificultades económicas y logísticas que supone su preparación, así como al deterioro que sufre la lana con el paso del tiempo y las condiciones climáticas ”.
“Nos ha costado mucho trabajo y dinero llevarlo a cabo, pero creemos que el esfuerzo de tantas mujeres merece su reconocimiento”, afirma Trujillo. Pese a los obstáculos, tanto ella como el resto de la directiva aseguran que seguirán trabajando “por y para el pueblo”.
El toldo cubre el tramo que une el Ayuntamiento con la iglesia de San Julián, coincidiendo con la festividad del Corpus Christi. Además de darle color al entorno, también sirve de resguardo frente al sol para los viandantes. Como novedad este año, se ha completado el recorrido con una decoración adicional a base de banderines también tejidos a mano, lo que aporta un toque distintivo y festivo al conjunto.
La presidenta destaca que la iniciativa se ha llevado a cabo este año sin ayudas municipales, lo que ha hecho que el esfuerzo económico “recaiga por completo en la propia asociación y sus colaboradoras”. Aun así, el resultado ha sido motivo de orgullo para todas ellas. “No es una labor extraordinaria, pero por ellas –las mujeres que han tejido cada pieza con cariño– vale la pena”, subraya.
Desde El Plantel Eulaliense han querido agradecer especialmente la colaboración de los vecinos que participaron en la instalación del toldo, un trabajo que ha requerido varias jornadas de montaje bajo altas temperaturas. “Sin su ayuda no habría sido posible”, recuerdan desde la entidad.
El colectivo anima ahora a todos los vecinos y visitantes a acercarse a Santa Olalla y disfrutar del resultado, que ya se puede contemplar en pleno centro del municipio. Para muchas de las mujeres implicadas, más allá del valor decorativo, esta acción simboliza una forma de visibilizar su dedicación, su arte y su compromiso con la vida cultural del pueblo.
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