El otoño hará su entrada de forma abrupta en España durante los días previos al equinoccio, con un marcado cambio de tiempo que traerá lluvias intensas en varias comunidades y un notable descenso de las temperaturas en casi todo el país.
Hasta ahora, esta semana de septiembre ha mantenido un ambiente veraniego, con temperaturas inusualmente altas y cielos despejados, pero el panorama meteorológico está a punto de virar drásticamente.
Según Andrea Danta, experta de Meteored, el verano astronómico se despedirá con un frente que incrementará la nubosidad, provocará precipitaciones y generará un descenso térmico acusado, marcando la llegada de un patrón más propio del otoño.
“En algunas provincias del norte podrían acumularse más de 100 litros por metro cuadrado”, ha destacado Danta, señalando que los mayores acumulados se esperan entre el este de Navarra y el noroeste de Huesca, mientras que el Cantábrico oriental y el interior de Cataluña rondarían cifras similares. Todo el tercio norte del país se encuentra bajo riesgo de tormentas localmente adversas.
Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) aún no ha emitido avisos oficiales al estar a más de tres días vista, los modelos de Meteored apuntan a un episodio de lluvias intensas y potencialmente peligrosas de cara al fin de semana, especialmente en el noreste peninsular.
Por su parte, Samuel Biener, climatólogo de Meteored, ha explicado que la causa principal de este cambio radical del tiempo será un chorro polar muy ondulado, que se mantiene intenso en el Atlántico norte y que, a partir de mañana, presentará ondulaciones importantes.
“El anticiclón se extenderá de sur a norte hacia Islandia, favoreciendo el descuelgue de una profunda vaguada sobre el oeste de Europa y situando a España bajo un ramal descendente de la corriente en chorro”, ha señalado Biener, describiendo la transición hacia un escenario más inestable y típico de esta época.
El escenario previsto incluye la formación de una borrasca fría entre las islas británicas y la Bretaña francesa entre el domingo y el lunes, lo que permitirá la llegada de una masa de aire polar. Con vientos del norte, esta irrupción provocará un acusado descenso térmico desde el sábado en el noroeste peninsular, extendiéndose después al resto del país y marcando un brusco inicio del otoño.