El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, destacó este jueves en Toledo la estabilidad, el diálogo social y la ausencia de corrupción que, a su juicio, caracterizan a su Gobierno tras más de diez años en funcionamiento.
“No deberían de ser noticia, y lo son mis declaraciones, pero en esta región esto es moneda de curso legal”, afirmó durante un acto organizado por El Confidencial.
García-Page subrayó que la región “avanza independientemente de las habilidades políticas” y que lo hace gracias a una apuesta por el pacto y la honestidad, principios que, según él, “no tendrían que entrar en el mercado de la negociación política”.
En este sentido, defendió la relación con los empresarios: “Aquí no se piden comisiones, no se piden mordidas, no hay atajos. Nos sentamos sin ningún tipo de problema con un empresario para hablar de sus proyectos. Tan sencillo como eso”. El presidente insistió en que los inversores saben cómo funcionan las instituciones y que se cumple con lo prometido, algo que consideró “elemental” y “de sentido común”.
Asimismo, García-Page aseguró que tampoco deberían ser noticia otros aspectos de su gestión como “pactar entre los grandes partidos”, el diálogo social o el respeto al Estado de Derecho.
Durante su intervención, García-Page analizó la situación económica de la región y del país. Señaló que las economías con más recursos naturales, como petróleo o carbón, “sufren hoy más estrés” por haberse acostumbrado a condiciones fáciles, mientras que Castilla-La Mancha, que históricamente no ha sido favorecida por el centralismo político, se encuentra mejor preparada para enfrentar dificultades.
El presidente recordó que más de 200.000 familias se trasladaron a Madrid desde Castilla-La Mancha, un fenómeno similar al ocurrido en otras comunidades como Extremadura o Castilla y León. Según García-Page, las regiones que “no lo han tenido fácil” han desarrollado una mayor capacidad de adaptación.
Este contexto ha permitido a Castilla-La Mancha aprovechar su proximidad a Madrid, convertir sus debilidades en fortalezas y atraer nuevas inversiones. García-Page destacó que este crecimiento busca ser compartido y subrayó el potencial de la región para incrementar su superficie agrícola y fomentar la instalación de proyectos productivos, aprovechando su territorio despoblado.
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