Ya han pasado 94 años desde que el torero Joselito 'El Gallo' perdiera la vida en la Plaza de Toros de Talavera, cuando el astado 'Bailaor' se la arrebató dejando su nombre impreso para siempre en la historia de la Ciudad de la Cerámica. Como cada 16 de mayo el Club Taurino de Talavera y el Ayuntamiento conmemoran tal efeméride del año 1920. A la misa que se celebró en la Basílica del Prado le siguió la tradicional ofrenda floral que este año realizaron dos niños a los pies del busto que reposa en los Jardines del Prado junto a La Caprichosa. En este acto institucional tomó la palabra el presidente del club, Álvaro Muñoz, quien este año presentó a Acisclo Sánchez, ahijado de uno de los hombres que llevó a Joselito a la enfermería después de recibir las cornadas del toro. Éste recordó los momentos que le narró el protagonista de este momento, y cuya historia ha llegado a oídos del club taurino gracias al archivo fotográfico del grupo de Facebook 'Talavera Ayer, Hoy y Siempre' y que promovió Javier Corrochano. Después todos los presentes siguieron a la Banda Municipal de Música, mientras interpretaba el pasodoble 'El gato montés', hasta el tendido 2 de la plaza, por el que fue evacuado el cuerpo aún herido del torero de Gelves (Sevilla). Poco después llegó el turno del espectáculo de baile -a cargo de la Escuela 'Triana' con la interpretación de Conchi Mozos y Bernardo Díaz, éste en el papel del matador. Ambos interpretaron dos piezas una simbolizando la vida del torero y otra del momento en que llega su muerte. Para finalizar, las actrices de la Escuela de Teatro 'Joaquín Benito de Lucas', María Teresa Frontelo, Carmen Giménez y María Salas, se pusieron en la piel de las tres mujeres más importantes de la vida del torero para interpretar la obra 'Ellas', escrita por Álvaro Muñoz y dirigida por Antonio San Miguel. En la interpretación se pusieron en la piel de Gabriela Ortega, madre de Joselito, de Guadalupe, su prometida y que, a la postre, se habría convertido en su mujer, y de la Argentinita, su amante nunca confirmada de forma oficial. Los aplausos del público rompieron, para finalizar, son la sobriedad de un acto magistral.
Si (
No(
