El sol reinante y la ausencia de lluvias, tan presentes en otras ediciones, hicieron que las Fiestas de San Isidro lucieran con un brillo especial y que contaran con miles de visitantes. Desde que los festejos subieran el telón en la noche del 14 y hasta el cierre del domingo 18, el Recinto Ferial se convirtió en un auténtico hervidero de gente con las jornadas del jueves y el domingo como días principales. Unas fiestas en las que, según el concejal de Festejos, José Luis Muelas, "Talavera se ha convertido en capital regional durante cinco días que han supuesto una inyección económica importante". En este sentido, el edil hizo un balance "muy positivo" de las Ferias y se mostró "muy contento" con el resultado de las mismas. En cuanto a las casetas, los hosteleros han coincidido, en general, en que la afluencia a sus establecimientos ha sido bastante notoria y la presencia de visitantes se ha visto favorecida por el buen tiempo. La caseta de La Voz del Tajo, como en ediciones anteriores, ha vuelto a convertirse en punto de referencia para disfrutar de la Ferias y muchos han sido los que la eligieron para compartir las cañas o las copas con los amigos. Un San Isidro concurrido y lleno de colorido que echa el cierre con buenas sensaciones y que deja buen sabor de boca en los talaveranos, que ya esperan la llegada de septiembre para honrar a San Mateo.