Toledo se vistió de gala bajo un sol de justicia para celebrar una abarrotada procesión del Corpus Christi

Bajo un sol de justicia y un sofocante calor Toledo se vistió de gala el pasado jueves para acoger una procesión del Corpus Christi que abarrotó de nuevo las calles de la ciudad. Tras el desfile de la Tarasca y los Gigantones, la solemne misa oficiada en la Catedral toledana por el arzobispo primado Braulio Rodríguez, quien ensalzó la celebración de la liturgia en rito hispano-mozarabe que se celebra desde el siglo VI, abrió una intensa jornada cargada de fervor.
El himno nacional dio paso al comienzo de una multitudinaria procesión presidida por la Custodia de Arfe, que recorrió un Toledo impregnado de intenso olor a tomillo, romero y cantueso.
La presidenta en funciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, y el alcalde en funciones de Toledo, Emiliano García-Page, tomaron parte en una celebración a la que también asistió el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y el delegado del Gobierno en la región, José Julián Gregorio. El presidente en funciones de la Diputación, Arturo García-Tizón, y el alcalde en funciones de Talavera, Jaime Ramos, fueron otros de los asistentes a la cita.