Mes de clásicos

Pequeños detalles pueden decidir toda una temporada y repartir sonrisas y lágrimas por barrios en un suspiro.

Pero este abril de 2011 y el comienzo de mayo pueden traer la inédita anécdota de que se disputen hasta cuatro clásicos entre Real Madrid y Barcelona en tres competiciones distintas algo, sin duda, no apto para cardiacos.

Se da la circunstancia de que los dos mejores equipos de España con una alarmante diferencia sobre el resto son, además, los que mejor fútbol practican y los más temidos a día de hoy en el Viejo Continente.

Si ambos consiguen derrotar en sus respectivos enfrentamientos de octavos de final a Tottenham y Shakhtar, algo que no es seguro pero sí perfectamente factible, merengues y culés protagonizarían una apasionante semifinal de Champions League durante los días 27 abril y 3 de mayo que llevaría a uno hasta la final y dejaría a su máximo rival muerto en la orilla tras nadar durante todo un año por las turbulentas aguas de esta competición. Por ello, gane quien gane la final, supondría un golpe durísimo para el que quedara apeado.

El clásico que sí está confirmado con fecha y lugar es el de la final de la Copa del Rey que tendrá lugar el próximo 20 de abril en Mestalla. Una competición sin duda de menor importancia que las demás pero que gana en emoción e intensidad por tener a los protagonista con los que cuenta y por el morbo de que los vencedores, con el Rey como testigo de excepción, levantarán un título frente a la mirada derrotada del máximo rival.

Con la Liga prácticamente decidida tras el pinchazo del Real Madrid ante el Sporting, la cita copera deslucirá el clásico del Bernabéu del 17 de abril ya que, a sólo tres días de la final y con un margen de puntos amplios entre los dos aspirantes, es de esperar que tanto Guardiola como Mourinho den descanso a muchas de sus estrellas para que estén frescas para afrontar la Copa del Rey.

Pónganse cómodos en sus sillones y prepárense para un mes frenético y cargado de emoción. Del triplete a quedarse con las manos prácticamente vacías hay únicamente un paso y cualquier pequeño detalle puede decir toda una temporada. Ya se palpa la tensión en el ambiente.