El Club Talavera-Talak, referente histórico y deportivo en la ciudad, atraviesa una situación crítica tras las consecuencias de la riada ocurrida en el mes de marzo en la Ciudad de la Cerámica. La crecida del río Tajo ha provocado una acumulación masiva de arenas en el canal donde habitualmente se desarrollan las actividades del club, lo que podría dejarlo completamente inoperativo en los próximos meses -Imágenes al final de la información-.
Daniel Salazar, vicepresidente de la entidad, ha alertado sobre la gravedad del problema: “El río arrastró arenas antiguas que han aflorado en la zona del club, que fue históricamente un arenal. Ahora mismo el canal tiene agua hasta las rodillas y aún faltan por bajar 240 metros cúbicos de caudal. Cuando eso ocurra, será un desierto. No habrá agua”.
El canal afectado, de 600 metros de longitud, es clave para la práctica del piragüismo recreativo y competitivo en la ciudad. Según Salazar, “ya hemos perdido 18 colegios con los que teníamos actividades programadas” y se pone en duda la campaña de verano, que en 2024 atrajo a más de mil personas. “No tenemos acceso al río, está completamente cubierto de arena”, lamenta.
La situación pone en jaque no solo la continuidad de las actividades deportivas y turísticas, sino la propia existencia del club en la ciudad. “Es el club más laureado de Talavera, con más títulos internacionales y europeos, y podría verse obligado a dejar de remar en su propio río”, advierte el vicepresidente.
Además del perjuicio deportivo y social, Salazar ha denunciado las implicaciones medioambientales del problema: “Ese canal es una vena del río, un pulmón de Talavera. Si se corta, como ya ha pasado con otros, tendremos un foco de mosquitos, suciedad y abandono”.
El Club Talavera-Talak, cuya historia se remonta a la Guerra Civil, reclama soluciones urgentes para evitar el colapso de uno de los símbolos del deporte local y la pérdida de un espacio natural emblemático para la ciudad.
¿QUÉ ADMINISTRACIÓN DEBE SOLUCIONAR EL PROBLEMA?
Desde La Voz del Tajo nos hemos puesto en contacto con la Confederación Hidrográfica del Tajo que nos ha explicado que funciones cumple cada administración y ha asegurado que en este caso es un problema que debe solucionar el Ayuntamiento tras pedir la correspondiente autorización a la CHT. “Nosotros nos limitamos a cumplir estrictamente la ley”, añaden.
Las Confederaciones Hidrográficas tienen un papel técnico clave. Se encargan de elaborar los planes hidrológicos y de sequía, controlar el estado del agua, autorizar vertidos y proteger el dominio público hidráulico. También gestionan mapas de zonas inundables, suministran información hidrológica y desarrollan obras hidráulicas de interés general.
Por su parte, los Ayuntamientos y Entidades Locales gestionan asuntos más cercanos a la ciudadanía: el suministro de agua potable, el alcantarillado, la recogida de residuos sólidos, el mantenimiento de cauces en zonas urbanas, el urbanismo y la protección civil.
Las Comunidades Autónomas completan el esquema con funciones como la ordenación territorial, la conservación de espacios naturales, el abastecimiento regional, la pesca fluvial y actividades deportivas y turísticas en entornos acuáticos.
La claridad en la distribución de estas competencias es esencial para una gestión eficiente del agua, especialmente en un contexto de cambio climático y presión sobre los recursos naturales.
Desde este medio también nos hemos puesto en contacto con el Ayuntamiento para conocer su versión, en este caso con David Moreno, teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente, pero no hemos obtenido respuesta por su parte.
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