La situación del río Tajo en su paso por Talavera ha alcanzado un punto crítico para el Club Talak, uno de los referentes deportivos de la ciudad, tal y como ya informó La Voz del Tajo hace un mes. Las crecidas registradas en marzo han sepultado por completo el canal de acceso al embarcadero del club, inutilizándolo por la acumulación de arena. Tres meses después, la zona continúa impracticable, y la indignación entre los palistas es creciente: "El Ayuntamiento de Talavera no ha actuado".
Desde la entidad deportiva advierten que la situación no solo impide la práctica del piragüismo, sino que también ha obligado a cancelar múltiples actividades con fuerte impacto social, educativo y turístico, como la esperada Noche de San Juan en piraguas, rutas de turismo activo, y talleres con colegios y asociaciones locales. “Esto afecta directamente al deporte, al turismo y a la imagen de Talavera”, subrayan desde el club.
Ante la inacción institucional, los propios miembros del club han intentado recuperar el espacio con palas y esfuerzo manual. Sin embargo, reconocen que sus medios son claramente insuficientes para hacer frente a la magnitud del problema.
Este episodio se suma a la jornada de limpieza organizada recientemente por las asociaciones Verdebora y Talavera-Talak, en la que decenas de voluntarios participaron con motivo del Día Mundial del Medioambiente. Aunque el evento destacó por la implicación ciudadana, sirvió también para visibilizar el estado alarmante del río: “Contaminación, bajo nivel de agua y un embarcadero inservible”, resumía Verdebora en redes sociales.
Ambas entidades lanzan ahora un grito común: “El río es vida, deporte y cultura. Y lo estamos perdiendo por abandono”. Por ello, exigen una respuesta inmediata por parte del Ayuntamiento de Talavera y una intervención urgente que permita recuperar el uso del río para la ciudad y sus ciudadanos.
¿QUÉ ADMINISTRACIÓN DEBE SOLUCIONAR EL PROBLEMA?
Desde La Voz del Tajo nos pusimos en contacto con la Confederación Hidrográfica del Tajo que nos explicó que funciones cumple cada administración y ha asegurado que en este caso es un problema que debe solucionar el Ayuntamiento tras pedir la correspondiente autorización a la CHT. “Nosotros nos limitamos a cumplir estrictamente la ley”, añadían.
Las Confederaciones Hidrográficas tienen un papel técnico clave. Se encargan de elaborar los planes hidrológicos y de sequía, controlar el estado del agua, autorizar vertidos y proteger el dominio público hidráulico. También gestionan mapas de zonas inundables, suministran información hidrológica y desarrollan obras hidráulicas de interés general.
Por su parte, los Ayuntamientos y Entidades Locales gestionan asuntos más cercanos a la ciudadanía: el suministro de agua potable, el alcantarillado, la recogida de residuos sólidos, el mantenimiento de cauces en zonas urbanas, el urbanismo y la protección civil.
Las Comunidades Autónomas completan el esquema con funciones como la ordenación territorial, la conservación de espacios naturales, el abastecimiento regional, la pesca fluvial y actividades deportivas y turísticas en entornos acuáticos.
La claridad en la distribución de estas competencias es esencial para una gestión eficiente del agua, especialmente en un contexto de cambio climático y presión sobre los recursos naturales.
Desde este medio también nos intentamos poner en contacto con el Ayuntamiento para conocer su versión, en este caso con David Moreno, teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente, pero no obtuvimos respuesta por su parte.
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