La Dirección General de Turismo, Comercio y Artesanía ha otorgado el título de Fiesta de Interés Turístico Regional a la Fiesta de San Antón de Gálvez (Toledo).
Así consta en la resolución publicada el pasado miércoles, 21 de mayo, en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), que recuerda que esta fiesta se celebra todos los años en dicha localidad.
La celebración comienza la víspera de San Antón (16 de enero) con el tradicional encendido, al atardecer, de las hogueras que recorren todas las calles de la localidad, manteniéndolas encendidas hasta finalizar el día siguiente, tal y como explica el Ayuntamiento en su página web.
En la víspera es tradición, además de encender hogueras en honor al Santo para la purificación y protección de los animales, que los vecinos de Gálvez se disfracen con ropas usadas y cencerros, por lo que podemos decir que se trata de un carnaval anticipado. De los orígenes de la fiesta hay constancia en diversas crónicas medievales.
El fin de semana de la tercera semana de enero, los campesinos encendían hogueras como símbolo de purificación de sus animales a la vez que se disfrazaban para "correr San Antón" ataviados con cencerros propios del ganado, untando sus rostros con corchos quemados, simbolizando así la terrible peste.
En la actualidad, permanece el tradicional encendido de hogueras al atardecer en la víspera (16 de enero) prolongándose hasta el día siguiente (17 de enero). Y aún hoy conserva toda su simbología mágica entre los vecinos de la localidad.
Desde hace algo más de tres décadas, esa noche y al día siguiente, todos los vecinos se reúnen como antaño alrededor de las hogueras para charlar y comer, al calor de las luminarias, puches (dulce elaborado con harina y anís cociéndose en la hoguera), la tradicional Herradura de San Antón (dulce que guarda una gran similitud al tradicional roscón de reyes), migas y productos de la matanza que los vecinos han elaborado con anterioridad. Es el propio Ayuntamiento quien obsequia a cada hoguera con la típica Herradura de San Antón y con churros.
Durante los días previos a la fiesta los vecinos salen a los campos cercanos en busca de leña y de materiales que sirvan de combustible para poder pasar estos días, llegándose a quemar unos 500.000 Kilos de leña en dos días.
El día de la efeméride se celebra una misa en honor al Santo donde se bendicen a los animales y a continuación se realiza una procesión por distintas calles del pueblo, acompañada con caballos y los distintos animales que han sido bendecidos, como se hacía en los orígenes de esta festividad.