El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reclamado este lunes que el debate sobre las pulseras antimaltrato se aborde con rigor y sin utilizarse como arma partidista, al tratarse de un asunto “muy delicado”.
“Lo serio es anteponer el bienestar de las víctimas y garantizarles la confianza en el sistema”, ha subrayado. García-Page se ha pronunciado sobre esta cuestión tras participar en el encuentro organizado por ENCLM bajo el título ‘Castilla-La Mancha, tierra de oportunidades. Modelo de negocio del siglo XXI’.
Preguntado por los fallos detectados en algunos de estos dispositivos, ha insistido en que “lo verdaderamente importante es saber qué ha pasado” y, en caso de detectar errores, corregirlos.
El dirigente castellano-manchego ha aprovechado para criticar al PP por reclamar dimisiones antes de esclarecer los hechos. “Lo verdaderamente importante aquí son las víctimas, no es si cae o no un ministro, sea de ahora o sea el de Podemos de antes, me da lo mismo”, ha afirmado.
En este sentido, ha sostenido que lo fundamental es “saber si se puede confiar y si es fiable el sistema, qué modelo es y, sobre todo, si no estamos convencidos, corregir”. Para García-Page, “la única seguridad viene de que funcionen las cosas”.
El presidente autonómico ha insistido en que se trata de una cuestión demasiado sensible “como para manosearla desde un punto de vista político a la primera de cambio”, reiterando que la prioridad debe ser garantizar a las víctimas confianza y protección efectiva.